Arduo debate en Brasil debido al Proyecto de Ley 2630, el cual busca regular los grandes consorcios tecnológicos en relación a las noticias falsas.
En ese sentido, hubo recientemente una ponencia de parte de los diputados bolsonaristas, en la cual se invitó al excolumnista de Jovem Pan News, Rodrigo Constantino, y a la bloguera ultraderechista “Te atualizei”. Precisamente esta última reconoció que Google era “mucho más importante que el ambiente democrático que la justicia quiere imponer” en dicha nación.
Sin embargo, el medio O Globo descubrió la cara más siniestra de Telegram: Con solo una búsqueda, el diario carioca localizó grupos públicos que funcionaban como venta ilegal de armas, junto con espacios de movilización nazistas y antivacunas, además de un mercado clandestino de imágenes íntimas e incluso de pedofilia.
El reportaje localizó a personas que ofrecían desde 10 a 20 reales para garantizar acceso a salas secretas con videos de relaciones sexuales sin ser consensuados, grabados en cuartos de hoteles y en las duchas, así como también un grupo neonazista que comparte imagenes contra las minorías y de connotación racista.
El mes pasado el Ministro de Justicia, Flávio Dino, inició una investigación contra el aplicativo por difusión de tácticas de crímenes de odio contra escuelas infantiles.
Cabe señalar además que Telegram fue la única empresa que no ha querido responder a pedidos de información hechos por el Gobierno Federal luego de los terribles ataques a una guardería en Blumenau, siendo además condenada a suspensiones por unos cuantos días y una multa de 1 millón de reales por incumplimiento a los petitorios de parte de la justicia brasileña.
El mismo O Globo puntualizó en una editorial que “Es injustificable que Telegram permita la transmisión masiva de este tipo de contenidos, bajo el alegato de que se trata de una comunicación privada. La decisión de pasar a la PF solo datos del administrador del grupo, pero no de sus integrantes, es un insulto a los familiares de los muertos”.
“Telegram se comporta como si operara en una tierra sin ley. Si el PL contra las Fake News ya estaba vigente, no podía esconderse detrás de la mambembe en defensa de la libertad de expresión. Tendría que cumplir con el “deber de cuidado” por el contenido ilegal que circula, en lugar de ignorar los riesgos, como la mayoría de las plataformas digitales” añadieron, junto con pedir la suma urgencia del proyecto.