Como medio de comunicación enfocado en televisión y que se propone tener un sentido crítico, no podemos dejar de llamar la atención respecto a los graves ataques que se han hecho mutuamente figuras faranduleras del país, los cuales incluso han llegado al ciberacoso.
La semana pasada hemos hablado respecto a los lamentables dichos de los programas “Tal Cual” y “Que te lo digo” contra la modelo Nidyan Fabregat, a quien acusaron de tener un mal olor. Como los seguidores del farandulismo aman el dañar a otros en redes sociales, su Instagram se llenó de agravios, por lo que la española decidió tomar acciones legales. No cabe duda que entre quienes propiciaron estas insultantes palabras está gente reincidente en lo que respecta a dañar a figuras públicas a pito de nada, como son los casos de José Miguel Viñuela y Sergio Rojas, quienes nuevamente deberán rendir cuentas ante la justicia.
Junto a ello, el ciberacoso de parte de Ignacia Michelson quien hizo un directo en Instagram solamente para insultar y dañar a Valentina Roth le hace un flaco favor a sí misma y al showbusiness nacional.
En ambos casos hay una agravante poderosa que nos hace pensar en los límites que todos los meses traspasan estos personajes: El irrespeto a las complicaciones maternales. En el caso de Fabregat, está en proceso de gestación; y en el de Roth, su bebé nació con una seria complicación respiratoria. Por lo mismo, ambos casos son inoportunos y, por qué no decirlo, miserables.
La guinda de la torta la puso el cuestionado programa “Sígueme y te sigo”, quien es reconocido por las hostilizaciones a las cuales somete el señor Mauricio Israel. Lo ha hecho con Nataly Chilet, Titi García Huidobro, Savka Pollak y ahora vuelve a hacerlo con Marlene de la Fuente, a la cual gritoneó al aire y reaccionó ofuscado. La violencia verbal es tan aberrante como cualquier otro tipo, e infelizmente ha sido una triste conducta reiterativa.
Lo peor es que una fuente de TV+ nos ha dicho que mientras la otrora rostro de La Red durante los noventas era bravuconeada por el periodista deportivo, que recordemos que solo entró a la farándula en señal vengativa, dentro del switch todo era risas y no había un protocolo para estos tristes casos. ¿Cómo un canal que busca posicionarse como alternativa toma estas actitudes de una forma tan poco profesional?
En el lado negro de la televisión, no hay respeto por absolutamente nada. La inhumanidad está a la orden del día, y creemos que mientras se normalicen estas conductas, el espectáculo chileno estará a años luz de poder surgir correctamente.