Controvertida ha sido la gestión de Twitter de la mano de Elon Musk que tuvo como último suceso el cambio de logo y de nombre, fulminando al pajarito celeste para convertirse simplemente en “X”.
Para nadie es un secreto que el desquiciado magnate norteamericano sencillamente hace lo que quiere con su juguete nuevo, en donde fulminó las políticas de desinformación y en donde abundan bots de la ultraderecha como también vendedores de criptomonedas.
De hecho, según un reportaje del Washington Post, los beneficiados con el esquema de monetización para creadores de contenido en dicha plataforma son justamente influencers vinculados al trumpismo, como por ejemplo Ian Miles Cheong, Benny Johnson y Ashley St. Clair.
El reportaje reveló que Andrew Tate, famoso trumpista quien fuera liberado de la cárcel por violación y trata de personas, alardeó que la red social le pagó 20.000 dólares por concepto de los beneficios de dicho programa.
Asimismo otro influencer ultraderechista estadounidense llamado Rogan O’Handley expresó: “Este es un buen cambio de haber sido prohibido por Twitter 1.0 durante casi 2 años a que ahora me paguen por publicar Gracias @elonmusk”.
Por su parte Matt Navarra, dueño de un newsletter llamado Geekout, cuestiona la medida adoptada por Musk. “Y he estado en la plataforma por más de 15 años. Es bastante lamentable que no haya ningún pago en mi camino. Twitter nunca ha generado ningún ingreso directamente por todo el contenido que le he puesto” expresó al matutino norteamericano.
En la interna, varios expersoneros de Twitter cuestionan incluso la veracidad de las métricas implementadas para tal beneficio, que dicho sea de paso solo pueden optar quienes pagan por Twitter Blue. “Los números son total y completamente falsos. Está todo completamente inventado. Realmente se siente como si estuvieran escribiendo cheques arbitrariamente a las personas que les gustan, lo cual no es una estrategia sostenible para los creadores”, argumentó uno de ellos, cuya identidad se mantuvo en reserva por parte del diario.
Otro crítico fue el músico y creador de contenido Rathbone DeBuys, quien cuestionó que Musk esté “censurando el discurso que no le gusta y amplificando el discurso que le gusta, y está eligiendo a las personas que quiere que tengan una voz en la plataforma y silenciando a otros”.