Y sí, lo pasamos bien cuando el Congreso que tanto se detesta se toma la “semana distrital” que algunos transforman en “semana matinal”, lo pasamos excelente cuando se habla de la gente que nos agrada en buena lid, pero se pasa mal cuando una figura irrelevante de la política de una ciudad en decadencia se transforma casi en celebridad a pito de nada. De eso nos vamos a abocar esta semana con nuestros ubicados, que se arreglan para estar cada semana con ustedes.
El ubicado: “Chile 50” y sus anexos en TVN
En tiempos donde un grupo de personas busca reivindicar la figura de un dictador que tanto daño le hizo a nuestro país, la televisión pública debe tener el deber, de distintas formas, de recordar a los televidentes de hoy el horror que se vivió entre 1973 y 1990, y en ello el domingo pasado se emitió el reportaje “A 50 años: ¿Dónde están?”, que revela el drama de los familiares de Detenidos Desaparecidos que aún no termina de cicatrizar. Y menos lo hará si hay preguntas que aún no tienen respuestas.
También es valorable el esfuerzo que se hace en torno al ciclo “Chile 50”, y no solo nos referimos al excelente programa de archivo que conduce Blanca Lewin, sino que al ciclo de películas y series con la temática de la dictadura y todo el oscurantismo, del cual el 7.1 reconoció que fue parte de ocultar. Es historia, le guste al que le guste. No se puede negar. Por mucho que se diga que “viven del pasado”, “no saben hablar de otra cosa”. Nunca se da por cerrado algo que causa dolor, y menos si “la cultura de la muerte” como decía Augusto Góngora en Teleanálisis en 1984 fue política de estado.
Hace dos semanas que el canal público viene emitiendo “La sangre del Camaleón”, que usted y cualquiera puede ver también en TVN Play. Una ficción que demuestra que fuera del traje de Yerko Puchento, Daniel Alcaíno se luce. ¿Y qué me dice del ciclo de Best Sellers con películas de dicha temática? Yo ya espero ver por acá “1976” de Manuela Martelli, protagonizado por la tremendona Aline Kuppenheim.
Hoy, cuando diversos ocupantes de escaño en ambas cámaras insiste en reivindicar algo que causó dolor en miles de familias y personas, y cuando además opinólogos faranduleros afirman que “debí ser exiliado” solo por el tema de la cultura de otros países, el encuentro y la reflexión son fundamentales.
El desubicado: Lucas Crespo
Señor, estimado (?): No cualquiera gana por segunda vez casi consecutiva (y digo casi porque la semana pasada esta semana no salió por temas de agenda y algunos compromisos) su permanencia en el desubicado de la semana. Usted comprenderá que para tener esta mención poco honrosa hay que hacer un trabajo constante, un esfuerzo, un mérito. Y usted, vaya que hizo mérito.
La semana pasada en la noche de eliminación de “Gran Hermano” se llevó el rechazo de los fanáticos del estelar de Chilevisión luego de una incomprendida pelea con Jennifer Galvarini. Su actitud violenta, sus amenazas abiertas no tuvieron la reprimenda que uno esperaba por las reglas del mismo espacio, tampoco la acción fue la que se requería por parte de los conductores, que optaron por mandarle irónicos saludos a lo que antes se llamaba Twitter.
Al día siguiente, para colmo, dijo que esperaba ganar el “Gran Hermano” porque el programa se trata de “quién iba a ser el mejor hermano”. Un razonamiento digno de un militante/parlamentario/consejero del Partido Republicano. Las advertencias del “jefe” devinieron en una placa para lo cual la expectativa de esta noche es que se vaya en primera mayoría. Cierto, las campañas en redes sociales y las llamadas “Lulotones” han dado efecto y han sido efectivas, y demuestran el cariño que se le tiene a “Pincoya” como a Constanza.
No cabe duda entonces que hoy le tocará enfrentar el juicio del respetable público, al que siempre se le debe tener respeto y no ningunearlo. Eso ya toca verlo todas las mañanas con Neme y Sepúlveda, que constantemente bravuconean a sus críticos.
El carepalo: Los matinales y el “Caso Polizzi”
Pareciera que en el mundo paralelo de los matinales no existió otra noticia u otra figura que no sea la de la actriz penquista que de la noche a la mañana es lanzada a la fama por los hoy tan cuestionados espacios de la mañana. Desde una entrevista en la que Neme pecheó hasta el carnaval de personas implicadas en caso de corrupción ponitificando al respecto como si fuesen adalides de la rectitud. Como por ejemplo la ocupante de escaño Chiara Barchiesi, la misma de los millonarios gastos por traslación y asesorías comunicacionales a un conocido locutor de su distrito llamado Francisco Yáñez, hablando de corrupción.
A estas alturas, estos espacios pueden transformar a una persona “peso pluma” (y no me refiero al cantante de pop ranchero del momento) en una celebridad de la noche a la mañana, como los productores faranduleros, que no me extraña que también dirigen las pautas de los mañaneros de Mega, Chilevisión y Canal 13.
¿A qué voy? En que no solo se está tratando a Polizzi como si fuese una figura determinante o de gran peso dentro de la desprestigiada política del Gran Concepción, sino que se ocultan otras cosas tanto buenas como malas. En lo primero, esta semana se conoció que subieron los sueldos per cápita y está bajando la inflación; mientras que en lo segundo el desafuero de la Doctora Cordero no fue motivo de una destemplada reacción del mismo Neme. De Sepulveda tampoco, pero como fue capaz de blanquear una marcha de Pancho Malo por órdenes expresas del señor Dazzarolla.
Pareciera que renunciaron a su rol de fiscalizar caiga quien caiga. Mal precepto, si se cuenta que la caída en desgracia del parlamento se debe, entre otras cosas, a personajes que no tienen la templanza ni la capacidad intelectual, ética y moral para desmpeñar tales funciones. Y están ahí, por sobre cualquier hecho, pontificando con total impunidad. Y cuántos dolores de cabeza nos hubiésemos ahorrado si se hubiese escogido a gente decente y con la capacidad plena para estar en el hemiciclo y no cualquier imbécil.