Durante el verano de 1992, un comercial marcó época dentro de la televisión chilena, en época de prevención de accidentes sobre todo en aquel verano, pero también en fiestas patrias y fin de año.
El actor Guido Vecchiola protagonizaba la historia de un conductor borracho, mientras una pareja disfrutaba del aire libre. Todo se transforma en tragedia cuando en una maniobra, cuando intenta doblar, choca al hombre y le quita la vida.
La brutal secuencia finaliza con el posterior galan de telenovelas llorando a mares, mientras la pareja del fallecido seguía desconsolada y el helicoptero de Carabineros de Chile se llevaba el cuerpo.
La historia cuenta que en el rodaje de este spot, el helicóptero encargado de las tomas aereas tuvo un accidente, muriendo los tres ocupantes del mismo vehículo aéreo.
Más de tres décadas después, con motivo de un nuevo 18, este argumento publicitario se repite con el mismo actor protagonizando la pieza del Gobierno de Chile, Carabineros y CONASET. Y es que el mensaje es claro: Han pasado treinta años y aún no aprendemos.