Hola Marlén, me presento. Soy una persona que en su época de pre-puber se encantaba con su presencia. Cierto, fue parte de ese destape de la primera mitad de los dosmiles que nos llevó a instalar temas con la seriedad que no había en otras épocas, y a conocer a personas que querían proponer algo diferente a la conservadora pequeña pantalla local.
Debo reconocer que enamoró a varios, y en ellos me incluyo, cuando usted hacía el pronóstico del tiempo de aquel fracasado programa “El País V”, y de hecho terminó trabajando con el mismo Kike Morandé que en primera la ninguneó desde su status de “rey del trasnoche”. Cuando hizo el musical de “Del crepúsculo al amanecer”, cuando fue animadora de la Vedetón Mixta en 2003, cuando incluso Mega sacó unos DVDs con su historia de vida, sus quehaceres y distintas facetas. Cierto, para muchas y muchos usted fue un modelo a seguir. Todas querían ser como usted. Todos querían estar con usted.
Pero como la industria televisiva tiene mucho de dulce y agraz, también pagó caro. Tuvo la mala suerte de tener a un manager, con pasado en Radio Manquehue, El Conquistador y UCV TV, que quería colgarse de usted y solo buscaba figurar. El otro día veía un video, muy bueno por cierto, en donde contaba que él quería estar en la tele a toda costa, incluso apareciendo recién operado. Vivió momentos de crisis, la misma prensa farandulera que la promocionaba y la vendía como “la gran show-woman de Chile” no dudó en hacer leña del árbol caido. Porque si hay algo que dicha rama del periodismo tiene es que cuando alguien cae en desgracia no duda en profitar de ello, y más si es mujer.
Y nuevamente el pero: Yo fui uno de los pocos que sintió empatía con su figura. Mal que mal, supo ser un ícono de la tele. Pero el tiempo pasa, nos vamos poniendo grandes y muchos nos damos cuenta que las luces también vienen acompañadas de las sombras.
Por eso me pregunto: ¿Qué le habrá hecho el feminismo para que usted dé argumentos tan básicos y sacados de un video de TikTok? Usted dice que esa colectividad “solo apoya a mujeres comunistas”. Le vengo a comentar que perfectamente, viendo los deplorables comentarios que usted recibía en ese convulsionado 2007, ellas la habrían defendido y por supuesto, cuestionado al género que la transformó ese año en un cadáver en vida. ¿Por qué? Porque el apoyo va para todos por igual, sin importar su condición política.
No es primera vez que arremete contra ese movimiento. El año pasado en “Juego Textual” cuestionó que ellas no apoyaran a Giorgia Meloni porque “era de derecha”. Hay figuras respetables dentro de la centroderecha europea que adhieren con causas sociales, es cosa de mirar más allá de lo que cuentan en los bloques internacionales de nuestros desprestigiados noticieros. El tema es que la italiana fue heredera de Mussolini, uno de los más despreciables dictadores del viejo continente. Sumado a todo lo anterior, su gestión ha sido bastante deplorable, y la errática gestión en las inundaciones de Emilia Romagna así lo dejaron en claro; junto con la quita de derechos a las comunidades LGBTIQ+ que han hecho que se reactivaran las sociedades. ¿Se puede apoyar a alguien que es capaz de arrebatarle su calidad de vida incluso a sus congéneros? ¿O me va a decir que usted apoya a un dictador?
Ahora, como un boomer, usted que fuera un ícono y que vivió en carne propia las vejaciones de una facción de nuestra televisión que ha sido hostil con las mujeres, está relacionando el feminismo con el comunismo. Si fuese como usted dice, la alcaldesa Ripamonti (a la que usted criticó en “Mucho Gusto” este verano) no la habría invitado a la “Noche Cero”, pero ella es muy abierta de mente y la decidió incluir, por mucho que a usted la haya derrotado en su errático paso por la política local. Y ella es feminista.
La vida da posibilidades para aprender y abrir la mente. En nuestro país, comentarios como el que usted hace y -oh, la ironía- recibió en sus años mozos generan inseguridad y llevan a muchas personas en el ambiente a tomar decisiones erráticas, de las cuales después se arrepiente y paga caro. Son los “ella tiene la culpa por andar vestida así” o “mira ese cuerpo, todo arreglado y siliconado” los que causan un grave daño mental y hasta, en muchos casos, lamentablemente cuestan vidas. Muchas mujeres a las que juzga cada vez que le preguntan sobre el tema en televisión toman terribles decisiones por la impotencia de no tener justicia o por el bullying que reciben en redes sociales.
Un estudio de la Fundación MAPFRE certifica que los comentarios negativos afectan más a las mujeres que a los hombres, y que a los usuarios masculinos no les afecta en absoluto lo mismo, a diferencia de los femeninos. Del mismo modo, las mujeres son las mayores víctimas del odio en redes sociales, y los jóvenes son los más afectados por este tipo de actitudes muy de “boomer”.
Usted puede tener la opinión que quiera. Estamos en una democracia y como tal, todos tenemos el mismo derecho de expresarnos. El tema, Marlén, es que para comentar sobre algo hay que instruirse y tener una apertura de mente. Una lástima que usted, siendo incluso víctima del machismo imperante en nuestra tele y de los mismos comentarios maliciosos que causan tanto daño mental a las personas, incluso a sus congéneres, haya agarrado los mismos argumentos de un boomer.