Cada vez que Elon Musk toma una decisión, hay un 99% de probabilidades de que sean malas o impopulares. Desde que tomó Twitter y la renombró a X, no solamente la transformó en su plataforma grandilocuente donde le habla a su público, sino que lo hizo cada vez más hostil.
Una vez asumido por completo, subieron los hostigamientos a personalidades, influencers y activistas sociales, sin ningún tipo de control. Asimismo, muchos han estado promoviendo la migración a otras redes de su tipo como Bluesky (del mismo otrora creador del pajarito azul, Jack Dorsey), Mastodon y Threads.
Sin embargo, las excentricidades del también responsable de Starlink no terminan ahí, sino que además pretende imponer una cuota de mensualidad para poder usar X. Sin ningún tipo de distinción. De acuerdo al magnate, el motivo es querer mantener alejados a los conflictivos bots.
“Es la única manera que se me ocurre de combatir vastos ejércitos de bots (…) Porque un bot cuesta una fracción de céntimo, llámalo una décima de céntimo, pero aunque tenga que pagar… unos pocos dólares o algo así, el coste efectivo de los bots es muy alto”, explicó en una rueda de prensa.
Lo que Musk no tiene claro es que hay muchos usuarios falsos que incluso tienen el verificado de lo que ahora se llama “X-Premium” (ex Twitter Blue), que se caracterizan por dar comentarios racistas, homofóbicos y ultraconservadores, incluso cayendo en las amenazas de muerte, los cuales lamentablemente han ido en alza en esa plataforma y que, según denuncian diversas ONGs, aún no han sido eliminados por completo.