Catalina Salazar, mejor conocida como iCata, tomó una decisión arriesgada. Con gran popularidad en el mundo gamer y friki y con una leal comunidad de fanáticos, había crecido mucho dentro del ambiente. Estuvo deambulando en España como también en el continente asiático. A ello sumemos que tuvo un paso por la TV abierta estando a cargo del backstage en “Quien es la máscara” de Chilevisión.
Por eso, puso a prueba su capital y su imagen ganada a pulso cuando aceptó con “Gran Hermano” lo que en 2019 rechazó en “Resistiré” porque no era un programa de su tipo. Sin embargo, seguramente dijo lo mismo que el fallecido Luis Santibañez cuando en 1981 decidió dirigir Universidad Católica a la par de la Selección Chilena de aquella época: “Asumo el riesgo”.
Después de una jornada en la que los participantes vieron el saludo de sus familiares y amigos, así como revivieron el video que enviaron al proceso de casting, la joven arribó en horas de la medianoche a la casa-estudio en Argentina, siendo recibida con cordialidad por los jugadores. Demostrando su calidad humana, lo primero que hizo fue acariciar y regalonear a “Bigote”, para luego sentir el calor humano de los habitantes.
Después de que el estelar diario pasó al “Espiando la casa” se le pudo ver charlando con sus nuevos compañeros, entre ellas una revitalizada Constanza Capelli, con la misma cordialidad de dos amigas de toda la vida y con un desplante de entrevistadora propio de alguien de la escuela de Bertrán. Propios y ajenos apuestan, con la inmediatez de las circunstancias, que pueda ser una “Lulo” más junto a Jennifer y el inminente reingreso de Francisco.
Tal vez, como decía la canción del conjunto mexicano Jeans, Salazar pueda mimetizarse con el ambiente. O quizás sea presa del mal caracter de conflictivas personas como Ignacia Michelson, o sea ella quien explote de rabia como en tantas ocasiones. Tiene sus riesgos, como todo en la vida: Puede alzar aun más su reputación o pueda perderla por querer masificarse más allá del nicho gamer.
El tiempo dirá si su decisión fue acertada o se arrepentirá toda la vida de hacer suyo el desafío de ser una jugadora más.