¿Puede “Tierra Brava” tener malos augurios en cuanto a casting? Sin duda que siempre se superan más y en esta ocasión no dudaron en llamar a alguien que forma parte de una farándula aún más chabacana que la chilena: La peruana.
Se trata de Shirley Arica, una modelo del país incaico que nadie se explica cómo llegó a una rama sumamente tóxica dentro del entretenimiento, y más en dicho territorio. De su carrera no se conocen más que escándalos y burlas respecto a varias de sus colegas.
En efecto, a través de una televisión que desde los noventas ha hecho contenido cuestionable, con un farandulismo que incluso fue promovido por el fujimorismo a través de los tristemente célebres diarios chicha, se ha burlado principalmente de Tilsa Lozano, otra figura del farandulismo con papas a la huaicaina.
Cuando la conductora anunció su separación, Arica no dudó en burlarse de la situación de Lozano: “No he tenido oportunidad de verla llorar (en televisión), si es que ha llorado de verdad o mentira, no sé, pero tampoco me interesan sus lágrimas ni su situación, porque no es una persona cercana a mí. El karma existe, pero que ella lo acepte es otra cosa”, declaró.
“Es inteligente mediáticamente, sabe cuándo reírse, llorar y hacerse la pobrecita” agregó sin ningún ápice de empatía por su estado de ánimo.
Incluso ha ejercido el bodyshaming contra la animadora. En el año 2013 en una rueda de prensa, la cuestionada figura de Chollywood expresó: “Por más que haya sido chica Reff hace años, tiene que mantenerse porque ella se marquetea con la cola”.
Pero también se ha burlado de su edad. En el 2020, en plena pandemia, Arica despotricó nuevamente contra su enemiga imaginaria: “Pobre Tilsa no puede salir, es la edad, ella es vulnerable” señaló en aquella oportunidad.
A pesar de que fuera expulsada de un reality de la cadena Telemundo por golpear a una compañera de encierro, Canal 13 la llamó para formar parte del elenco que grabará “Tierra Brava”, precisamente en Perú ya que es una coproducción con Latina Televisión.
El tiempo y los televidentes dirán si están dispuestos a tolerar sus ataques constantes, que son tan habituales en una siempre convulsionada televisión peruana.