Han pasado las Fiestas Patrias que eran sin duda esperadísimas por nuestro público. Y después de varias semanas, nuestros ubicados vienen con su traje de huaso, sus espuelas y con sus cuecas bien zapateadas. Aunque hubo varios que se pasaron de copas y se les olvidó pasar las llaves…
La ubicada: Kylie Minogue
En serio, el nuevo disco de la australiana es tan magnífico, tan maravilloso, tan sublime, tan impresionante, tan fabuloso, tan… Kylie.
Que la australiana sabe darnos arte no es un secreto para nadie, y es un sello de una carrera que ya va por cumplir 35 años. Una referente indiscutida para quienes gusten de lo mejor del pop, ese ritmo que alegra los corazones y cuyo poderío se refleja sobre todo en el género femenino.
Quizás sea esta la ocasión para que la querida “cangurita”, aquella que solo vino en una ocasión a nuestro país con un concierto, pueda brindar nuevamente algo de su magnífica categoría en el Festival de Viña del Mar. No sé, Bizarro, alcaldesa, comisión, Canal 13-TVN, piénsenlo. Christina Aguilera dejó una vara altísima y demostró lo que en este portal hemos sostenido y los hechos nos han dado la razón: La norteamericana fue lo más visto, comentado y elogiado del evento y puso una evidencia tangible de lo mucho que hacían falta números de categoría. Todo el año. No solo en época estival en donde los nuestros como los foráneos se lucen.
Además, si el público de Minogue en nuestro país es tan transversal que abarca tanto jóvenes como los más mayores que la conocieron con “I Should Be So Lucky”, como también las nuevas generaciones que se padamizaron en los virales ampliamente compartidos, no sé por qué negamos igual que Pedro a Cristo el arrastre que la diva pop puede tener en la Quinta Vergara.
Si la voz de la generación elevó la calidad del evento y de nuestra tele en sí ofreciendo un espectáculo inolvidable, la oriunda de Melbourne podría igualar ese alto nivel. No sé, piénselo.
Las desubicadas: Marlén Olivarí y Helhue Sukni
¿En serio nadie le dijo a los creativos de “El Purgatorio” que no era buena idea juntarlas a ambas a hablar de política? Porque como ha sido parte en el degradado ambiente cívico de nuestro país, legítimas diferencias terminaron a lo farandulero: Con indirectas y amenazas de ambas partes en los portales faranduleros que bien se benefician con la violencia verbal. No es este nuestro caso, por supuesto.
De partida, Sukni no es la persona idónea para hablar de feminismo pues eso no quita que esté vinculada al narcotráfico de la forma más asquerosa posible, y de la misma manera sea tan endiosada por una corrompida industria farandulera. Además, no es bueno porque a un movimiento justo se le puede vincular con este ambiente oscurantista que tanto daño le ha causado a varias poblaciones en nuestro país.
Y el caso de la viñamarina es paradójico: Cuando ella se mostraba de manera sensual en el viejo “Morandé con Compañía” hubo muchos que la trataban de lo peor. Hoy relaciona al feminismo con el comunismo creyendo que puede ganar apoyos y réditos, sin embargo eso solo la hizo ver en las nuevas generaciones como “una vieja boomer”. Podríamos haber dicho que sería nuestra versión de Bridgitte Bardot, el ícono sexual del cine en los setentas que terminó apoyando a la ultra de Marine LePen, pero al menos esta última tenía talento, mucho más. Lo más cercano es Amalia Granata, la trasandina que estuvo apegada a la doctrina farandulita del entretenimiento, hizo sesiones desnuda, protagonizó cuanto escándalo hubo… para luego terminar siendo pro-vida, ultraconservadora y al lado del PRO, el partido de Mauricio Macri.
Una lástima por ambas. Una pelea política se transformó en otro ejemplo más de cuán dañino puede ser el farandulismo. Lo más probable es que Sukni siga teniendo apoyos en el circuito farandulero, y que ella siga siendo invitada a la Noche Cero del Festival de Viña, que recordemos, es una alcaldía progresista. Y abierta de mente. Por algo la consideran a pesar de que piense lo que piense.