Claramente la jugada de hacer un programa farandulero ultrapolemista no cuajó dentro de TV+. Este es el juicio que, de buenas a primeras, podemos hacer respecto de la reformulación completa que se hará dentro de “Sígueme y te sigo”.
La receta de hacer un panel que analice el ir y devenir de los famosos con el molde del momento de mayor poderío del género claramente terminó ahuyentando a una audiencia que nunca tomó en serio un panel que estaba funado por completo: Un Francisco Kaminski que estuvo implicado en una estafa, Mauricio Israel que volvía cuando aún habían dudas sobre sus deudas que lo alejaron de la pantalla, y un Andrés Baile que no ha dejado de ser el misógino que fue desde sus tiempos de “Mekano”.
A ello le sumamos las polémicas que van, todas en su mayoría, relacionadas con el maltrato a la mujer, como los continuos hostigamientos del conductor de “Círculo central” dentro del mismo canal vitacureño hacia Nataly Chilet, los mismos que causaron que se fuera del programa pero no del canal, haciendo un espacio que solo se sustenta con otros videos de YouTube y de la TV paga relacionado con celebridades.
Y como no olvidar el ataque machista que tuvo Israel con María Fernanda García-Huidobro, que dejó llorando a la “Titi” ante la falta de apoyo de su propio canal. Lo bueno es que ahora está en un programa donde sí puede estar a plenitud cómoda, como lo es “Claudia Conversa”, donde se ve a la misma que nos enamoró en La Red.
Con este clima en extremo polemista y hostil con el género femenino, se entiende que la única que se haya sentido cómoda en el panel haya sido Sabrina Sosa, que en todo caso conoce el medio y sabe el idioma porque es parte de él, no así Fran Sfeir que la preferimos mejor en “Sin Culpa”, un programa de entrevistas a su medida y donde puede explayarse en un ambiente positivo.
Sin embargo, las temáticas también son dignas de la prehistoria. El pasado viernes (13) hablaron, a propósito de un reel de Valentina Roth, acerca de las mujeres que se rasuraban la cara. ¿En serio? ¿Acaso nunca se dieron cuenta o derechamente la farándula nunca abandonó los años 30? ¿Qué viene después? ¿Pedir que las mujeres no tengan derecho a voto?
Es una buena noticia el hecho de que el programa, que ahora se llamará “Sígueme”, sea reformulado de principio a fin, partiendo por la presentadora Julia Vial que puede ser más cercana y más empática a la hora de abordar temas complejos, con la empatía que cuesta encontrar en dicho género. Es la indicada para poner sobre la mesa el contexto social en un género en donde rara vez se suela encontrar, pues tiene el profesionalismo y la historia humana para hacerlo.
También es una buena noticia que se renueve el panel, por mucho que esté “Kenitta” a quien varios podcasts le han hecho un “operativo blanqueamiento”, y haya una presencia ciertamente más femenina. Creemos que puede haber un buen debate entre Vial y Gutiérrez sobre los reiterados justificativos de esta última hacia que se siga dando a la diputada Maite Orsini; como también por qué Marabolí insiste en resucitar mediáticamente a Cathy Barriga después del millonario desfalco en Maipú.
Sin embargo, si les cuesta recuperar el poder usando la misma receta de ese tristemente célebre 2011… ¿Para qué volvieron?