Hasta el momento, “Tierra Brava” ha sido un éxito pues ha revivido el prime de Canal 13 y con ello, le ha dado digna pelea a un “Gran Hermano” cuyo repechaje en los últimos días ha sido bastante cuestionado.
Sin embargo, eso no quita que ambos deban enfrentarse a diferentes desventajas. El primero, de hecho, tiene que ver con las filtraciones de eliminados y nominados, los cuales trascienden en la prensa antes de su emisión en sus pantallas.
Sin ir más lejos, el reality se graba en Perú y lo que vemos cada noche en la otrora señal eclesiástica, en realidad sucedió hace tres semanas aproximadamente. En concreto, el primer eliminado -que se trató de la tiktoker Camila Campos, conocida como “Camilísima”- se conoció incluso antes de que se estrenara el proyecto.
Las eliminaciones de Azzartt Torres, y la más reciente, que fue la de la transformista conocida como “Botota Fox” en una competencia con Valentina Torres.
Apuestas que terminaron en decepción
Según informa El Filtrador, estos hechos tienen muy preocupado a la producción del tele-encierro. Una fuente mencionó al citado medio que, en el caso de Torres, están muy decepcionados pues no generó el contenido que requiere un programa de estas características, además “todos están tristes en el equipo. Nadie quería que La Botota se fuera, y no están contentos con ‘La Guarén’ porque resulta menos interesante. No genera contenido y todos quieren que se vaya”.
Asimismo, algunos concursantes resultaron ser una decepción. Al margen de lo que se ha sabido de Junior Playboy, cuyas actitudes poco higiénicas y su bravuconería están colmando la paciencia de sus compañeros, otros como Luis Mateucci sencillamente están en otra.
Por lo mismo, han estado en alerta buscando nuevos participantes. Una de ellas, la prensa dice que es Angélica Sepúlveda y la otra, se trataría de la figura tóxica impulsada por el farandulismo como Daniela Aránguiz.
De esta manera, el éxito del programa no ha sido impedimento para que sigan las constantes falencias de un programa cuyo casting ha sido criticado desde un inicio, y en donde la autenticidad de las personas que ingresaron al proyecto siguen siendo una incógnita.