El programa “Sígueme” ya lleva ocho días al aire. El reformulado programa de TV+ presenta algunos avances como la adición de más figuras femeninas, partiendo por su conductora Julia Vial, que en comparación con Francisco Kaminski si puede tener la simpatía e incluso la adhesión de muchos famosos, a diferencia de los anticuerpos que generaba en la industria el ex-Mega.
Sin embargo, sus cambios estructurales que pueden ser en algunos casos tanto aplaudibles como cuestionables, son en definitiva insuficientes si se sigue pensando en la farándula como si todavía esto fuese 2011.
Esto lo demuestran algunos comentarios en redes sociales, quienes no conciben que se siga hablando de los amores pasados de María Eugenia Larraín, junto con el pleito que en el pasado tuviese con Daniella Campos, con quien hoy comparten el panel.
Además, ¿con qué necesidad se sigue escarbando en el supuesto noviazgo de la blonda con Luis Miguel? Cierto, Kenita ha sabido lucrar con aquello y acá no seremos quienes para juzgar por qué lo hace, tendrá sus motivos desde luego. Pero la falta de contenido, con varias de sus figuras sencillamente en otra, hace que se siga viviendo en el pasado.
Por otro lado, la expertise de Cecilia Gutiérrez y Sergio Marabolí puede jugarle a favor entre los amantes de tan cuestionado formato, pero eso no quita que ellos sean ambos responsables de dejar crecer incontrolablemente a un monstruo como Daniela Aránguiz, pues como todos sabemos y se ha informado por acá, después de amenazar y hostigar a Maite Orsini en todas las instancias donde se ha presentado la tendremos en “Tierra Brava” con resultados que solo llaman al miedo.
Eso sí, Vial sabe defender el presente del formato, pues también ha sido muy autocrítica con el rol machista y retrógrado que fue durante los dosmiles y gran parte de la década recién pasada. Prometió en entrevista con Fotech que la misma “va en conexión con los temas de la sociedad, cómo va evolucionando” y que “hoy en día el respeto y la dignidad son fundamentales al momento de abordar cualquier tema”.
No cabe duda que ella de antemano buscará cumplir este mandato valórico con fidelidad, pero aún a “Sígueme” le falta por pulir ciertas anomalías, como la promoción de figuras evidentemente dañinas, cosa que han hecho tanto Marabolí (que en el Diario La Hora ha estado sexualizando a una implicada en un caso de corrupción como Cathy Barriga) y Gutiérrez (que justifica su proceder contra Orsini con que “le guste o no, sigue ligada a la farándula”).
El tema es, nuevamente, si pesará más lo mediático que lo humano, y si se sabrá filtrar entre quienes construyan y destruyan, y juzgar debidamente a quienes actúan de mala fe y de acuerdo a sus rencores. De lo contrario, estaremos ante más de lo mismo.