La farándula chilena siempre ha cumplido a cabalidad con su rol de ser inserenos legitimadores de la violencia, cuando se trata de alguien a quien se dirigen los discursos de odio. Esta vez, lamentablemente, le tocó a Maite Orsini estar en una situación en la que ella no hubiese deseado ni merece estar, debido a que es endosada todos los días por Daniela Aránguiz como la culpable de todos sus males, incluyendo su separación de Jorge Valdivia.
En ese estado de desmesura que la lleva todos los días a cometer los más horribles vejámenes mediáticos contra la diputada, una de las pocas luces en medio de esa gran tiniebla que es el periodo legislativo este año, la ex “Mekano” ha celebrado en dos ocasiones las amenazas de muerte que le han llegado tanto a ella como a su madre, la actriz y cantante Maite Pascal, a través de Instagram.
Se sabe que la farándula gusta y encanta a los usuarios más violentos de las redes sociales, por lo que si bien siempre se lamentan que se traspasen estos límites, y como nadie se hace responsable nadie dentro del ambiente le dice que esto está mal.
En abril de este año, cuando Pascal habló del daño que hicieron sus acusaciones, Aránguiz en el programa “Zona de estrellas”, expresó: “Debería haber pensado bien antes de aceptar a alguien en su casa por la que después la iban a atacar”.
Luego siguió con su bravuconeada, aseverando que “Hay cosas que son indefendibles y es mejor quedarse callada”. Nadie de sus compañeros, menos Cecilia Gutiérrez (quien es una de las germinadoras de ese monstruo que hoy es difícil de controlar), salió a parar dicho arrebato.
En agosto de este año nuevamente repitió la gracia, cuando la exparte del elenco de “Sucupira” volvió a denunciar los graves ataques de los amantes del farandulismo contra su familia y afectos. En entrevista con LUN, la intérprete reflexionó: “¿será que esas personas que hablan con tanta libertad sin saber, no tienen hijos? ¿No pensarán en lo que les afectaría a ellos como padres que estuvieran hablando así de sus hijos? No veo nada de tele y me di cuenta que todavía hay mucha gente que festina hablando del resto. Qué pena por ellos, qué triste su vida”.
Sin embargo y siguiendo su rencor y no su mesura, Daniela nuevamente expresó su gusto con los ataques. “¿Será que algunas vez sacó una portada por su música? ¿O por actuar? Jajajaja. Felicitaciones, por fin va a poder cantar con público”, escribió en su cuenta de Instagram.
Con estas actitudes, Aránguiz demuestra -quizás consciente de aquello- que el leit motiv de la farándula siempre ha sido la violencia física y verbal mediante amenazas, ataques, gaslighting y desmedidas alocuciones en programas de televisión. Lamentablemente, estas actitudes son las que la hacen merecedora de una estadía pagada en el reality de Canal 13 “Tierra Brava”, lo cual deja un terrible mensaje de que los hostigamientos no solo venden, sino que te hacen construir una carrera de la nada. Todo es muy triste.