Cerramos dos semanas doradas para el deporte chileno. La realización de los Juegos Panamericanos ha dejado una buena cantidad de medallas para los deportistas chilenos, pero sobre todo, el poder sentir la satisfacción de hacer las cosas bien, entregando una muy buena impresión por parte de los deportistas sobre la realización de la justa deportiva, así como la infraestructura ofrecida para los competidores. Sin dudas que ha significado un bálsamo luego de años en que no teníamos razones para poder levantar nuestro orgullo nacional. Sin dudas que en general la evaluación que se puede hacer de los juegos es positiva, y queremos centrar nuestra opinión en el enfoque de la televisión local.
Tenía poca fe sobre la cobertura local de los Juegos, tenemos en nuestra mente muchos errores y falencias de coberturas de eventos polideportivos y también teníamos en consideración que varios canales tienen una escasa contingencia de equipos deportivos. Estos sólo se armaron en la proximidad de los Juegos, y no ha resultado mal en lo general.
Pudimos tener en los tres canales abiertos que ofrecieron la competencia varias horas al día de competición, resaltando sin lugar a dudas el esfuerzo ofrecido por Televisión Nacional de Chile, que puso en todas sus plataformas una cobertura total al evento, tampoco escatimó en recursos para ofrecer una cantidad importante de comentaristas en todas las áreas, lo que hizo que la calidad del comentario sea de mejor nivel y acercara a los televidentes sobre las diferentes especialidades.
Es cierto que existen algunos errores por corregir, algunos provenientes de algunos comentarios fuera de lugar pero que igual generaron una fuerte reprimenda pública, pero el resultado es favorable para la televisión. En medio de un ambiente de pocos presupuestos y baja de sintonia, la televisión ejerció una labor encomiable, digna de las grandes coberturas de otros tiempos y logró incentivar a un público esquivo a volver a sintonizar las alternativas de este gran acontecimiento a través de la televisión.
No quepa dudas que el deporte debe seguir tomando un papel preponderante en la televisión, fue el eje por el cual consiguió la masividad en el Mundial de fútbol de 1962 y luego se consolidó a través de las diferentes instancias deportivas que cubrieron con el paso de las décadas. El “vuelito” de los Panamericanos (y los Parapanamericanos que vienen en un par de semamas) debe servir como un estímulo para que las estaciones cubran eventos deportivos más allá del fútbol. Este año nos ha generado un buen precedente con las constantes transmisiones de TVN a competencias de gimnasia y atletismo, y no podemos olvidar que Mega transmitió los partidos de Chile en el Mundial de rugby. Los Juegos Panamericanos no sólo debe dejar una mayor cultura deportiva en nuestro país a través del estímulo de la práctica y la infraestructura, sino que se debe demostrar un compromiso por parte de los medios para generar un dinamismo que incentive al deporte en todos los sentidos.