Más allá de los realities que se han llevado gran parte de la conversación televisiva de este año, los verdaderos campeones en la audiencia son las telenovelas de Mega. Tanto Como la vida misma y Generación ’98 son los programas más vistos en la televisión local, pero ambos tienen sus particularidades que los hacen bien diferentes aún siendo parte de la misma casa televisiva.
La teleserie vespertina Como la vida misma está centrada en torno a la vida de una pareja de divorciados, junto con las historias relacionadas entre sus ex parejas, sus hijos, amigos y familiares. Todos ellos atraviesan una serie de problemas y situaciones que van más allá de la formación de una nueva pareja, sino que se exhiben situaciones particulares y muy conmocionantes para el público como es el embarazo juvenil, el salir del closet, la enfermedad de Alzheimer, entre otros. Lo que se hace destacable de esta producción, es que más allá de estas historias que de por sí son muy cercanas a todo público, es la interpretación de los personajes, que hacen muy verídicas las historias presentadas. Sin dudas que la telenovela cumple con su título y genera una transversalidad bien interesante en su público.
Por el contrario, Generación ’98 a pesar de lo alegre que se presentaba en sus primeros episodios esperando ser más bien una emulación a clásicos del género nocturno como Los Treinta o Cuarenta y tantos, pasó a tener ribetes de thriller, con situaciones, casos y personajes muy oscuros. En esta telenovela, más allá de los quiebres amorosos, formación de parejas y otras situaciones que son comunes a toda producción dramática, vemos a personajes sin piedad alguna llegando a ser voraces estafadores y en algunos casos, acumulados de ira, llegan a generar inusitado daño a sus adversarios. En la vida común si bien esta clase de personas se pueden encontrar, son situaciones bastante más poco frecuentes que la telenovela de las 20 horas.
Son dos teleseries diferentes, una que puede reflejar la cotidianeidad de un número creciente de familias chilenas y que hace de esta producción muy cercana al público, mientras que la otra presenta situaciones que más se asemejan a los desarrollados en telenovelas como Alguien te mira, pero que a pesar de ser casos desarrollados en contextos muy elitistas y alejados al público general ha conseguido ganarse la aceptación del público, compitiendo-y ganando-a dos importantes competidores como han sido Gran Hermano Chile y Tierra Brava. Por último, estas producciones demuestran una madurez cada vez mayor de las producciones dramáticas de Mega que han pasado de arquetipos triviales y sin gran profundidad a realizar telenovelas cada vez más ambiciosas y con un mejor desarrollo de sus personajes.