Si por algo recordaremos este 2023 ha sido por la cantidad de leyendas de la televisión chilena que dejaron este mundo para ser parte de la gran cadena televisiva de los cielos.
Pioneros de la pantalla chica, locutores, directores, creadores de formatos y programas icónicos, personas que recorrieron el país y el mundo en busca de la noticia, gente letrada y que dejó una huella imborrable plasmada en sus memorias de tantas décadas.
Rostros que fueron, son y serán la televisión en su conjunto, como se concibió en sus inicios y como universalmente se le conoce, como un medio dedicado a integrar, informar, educar y entretener.
Patricio Bañados
Sin duda una pérdida que aún se lamenta, un verdadero señor de las telecomunicaciones, un grande por donde se le mire. Bañados, la figura más creíble de la televisión en los años ochentas, justo en el periodo donde fue marginado por su apego a la verdad.
El primer rostro de un noticiero en el canal 9 de la Universidad de Chile, uno de los rostros de TVN en los complicados años setentas, condujo desde programas culturales como “En la ruta de los O’Higgins” hasta espacios de concurso y conocimiento como “El gran jurado Ahorromet”.
En 1980 parte a Teleonce para conducir el noticiero central junto a Liliana Mahn, exdirectora del Sernatur de la dictadura. Fue entonces donde ambos vivieron episodios de censura: A ella le bajaron “El Día D” por entrevistar a figuras de la oposición al régimen, a él lo suspendieron de la lectura por negarse a hablar contra el “Caupolicanazo” de Frei Montalva.
En 1988 fue el rostro de la franja del NO, y le puso la imagen a lo que se calló durante tanto tiempo y que por primera vez se pudo exhibir. En 1990 llega a TVN donde condujo “El Mirador”, un excelente programa que marcó el sello de reportajes innovadores y audaces, que también vivió episodios de censura.
Eduardo Ravani
También este año nos dejó un pionero de la televisión, uno de los fundadores de TVN. Junto con Fernando Alarcón y Jorge Pedreros crearon PAR Producciones que tuvo a su haber exitosos programas como “Dingolondango”, como también diversas ficciones y espacios de conversación en el canal estatal.
No sería en 1978 cuando funda junto a un gran elenco el programa insigne del humor chileno: El “Jappening con Ja”, donde él era el cerebro junto al ingenio de sus compañeros Pedreros, Alarcón, Montenegro, Benavides y quienes se sumaron en su largo periodo al aire.
En su largo currículum televisivo también está la dirección del Festival de Viña en los 70s tanto como en 1987, cuando tuvo que llegar de emergencia ante la salida de un Riesenberg irritado por la imposición de Maripepa Nieto en el certamen.
En el momento de su fallecimiento, creó en TV+ un programa donde recordaba a los íconos de la risa junto con imagenes de su etapa producida en Chilefilms y transmitida por Megavisión.
Augusto Gongora
Otro de aquellos que la peleó, tanto dentro como fuera de pantalla. En ese complicado 1984, a través del noticiero clandestino Teleanalisis, mostró a diversas comunidades y organizaciones sociales lo que no podía caber en los noticieros de la televisión abierta por la censura imperante en aquel entonces. Con también gran trayectoria en medios de oposición, aquellos que arriesgaron su vida por contar la verdad.
En los noventas, también formó parte de la refundación de TVN, apareciendo el mismo 11 de marzo de 1990 presentado por el nuevo director de prensa, Bernardo de la Maza. Su amplio conocimiento de la cultura y el cine lo plasmó en el programa “CineVideo” como en los ciclos de Cine Chileno entre 1995 y 1997. Del mismo modo encabezó transmisiones memorables como el concierto de Amnistía Internacional y el espacio “Hora 25” en los dosmiles.
El alzheimer lo alejó de las pantallas, y su lucha que fue tambien la de su pareja Paulina Urrutia la plasmó en un documental dirigido por Maite Alberdi llamado “La memoria infinita”, la misma que desbancó a “Barbie” como el mejor estreno del año, el que hoy lucha por darle otro Oscar para Chile.
Alipio Vera
También fue el año en que dejó este mundo un periodista de excepción, quien fuera parte de TVN en los años ochentas y uno de los fundadores de “Informe Especial”, uno de los clásicos de la red estatal.
Luego, pasó a formar las filas de Canal 13 donde su sello fueron las notas costumbristas sobre el sur del país, siempre con su acento tan característico que le ponía emotividad a las tradiciones de esos lindos lugares.
Sus últimos trabajos los hizo en Mega, donde hizo un programa cultural a su estilo, basado en viajes a las mismas ciudades sureñas.
Enrique Maluenda
No podemos tampoco dejar de mencionar la partida de un ser icónico dentro de la televisión, uno de los primeros de los nuestros en triunfar en el extranjero. Fue en los sesentas donde realizó un programa de entretención en el Canal 5 de Lima (Panamericana Televisión) llamado “El hit de la una”.
Luego, fue el primero en poner en aprietos a Don Francisco a inicios de los setentas con sus “Sábados en el 9”, hasta que le dio un respiro cuando aceptó una oferta de la televisión de Puerto Rico, donde también supo ser un grande.
En 1976 creó el gran show musical y de variedades de entonces, llamado “Dingolondango”, el que tuvo a Raphael de España, el que batió el record de locución con Juan Carlos Gil, el que hizo que Don Francisco conociera la obra de la Sociedad Pro Ayuda al Niño Lisiado.
Pero no conforme con eso, desde 1979 llevó la televisión a las clases populares con su “Festival de la una”. Mientras la noche era de alta alcurnia, el mediodía era para la señora dueña de casa, no por nada fue apodado “El Príncipe de las Abuelitas”, por su cercanía con las señoras de avanzada edad pues fue criado por su abuela.
En el 2000, abdica de la televisión con el deber cumplido y con miles de recuerdos, sin dejar de hacer shows que evocaban al añorado programa de TVN, aunque sin cumplir nunca su sueño de hacer un programa folclórico.
Luis Alarcón
La actuación también vivió pérdidas irreparables, pero ninguna de la significancia que tuvo el gran Luis Alarcón, quien en el cine y la televisión supo ser grande y respetable.
Iniciándose en el cine en los años cincuenta y siendo pilar en el cine chileno sesentero, participa en el elenco de las ficciones que la productora Protab creó para Televisión Nacional y los canales 9 y 13. A pesar de estar vetado en el canal estatal durante la dictadura, Sonia Fuchs lo llamó para ser parte del Jappening con Ja y de ahí, estelarizó al malvado Roberto Betancourt en la novela “La Represa”.
Su apego a la cultura pop lo consiguió al protagonizar el comercial de Firestone del indio, el que ganó premios importantes para la publicidad mundial como el León de Oro de Venecia, el llamado “Oscar de los comerciales”.
Cuando llegó la democracia, volvió a integrar las filas de la televisión pública en donde encarnó roles memorables como Don Ambrosio en “Sucupira”, el mítico Pedro Chamorro en “La Fiera”, y el memorable Baldomero Lillo en “Romané”.