Hasta hoy van 27 teleseries: nueve nocturnas, doce vespertinas y seis diurnas. Todas estas producciones realizadas por el Área Dramática de Mega han sido líderes de sus franjas horarias desde 2014 con el comienzo de la “era Rencoret”, la cual ha sido de dulce y agraz al mismo tiempo para la industria novelera en Chile.
Desde el arribo de Quena Rencoret en la dirección ejecutiva del departamento de ficción, la creación de historias chilenas ha sido ininterrumpida en los tres bloques destinados a estos formatos: 15.30, 20.30 y 22.30 horas. Estas franjas, por ejemplo, ocuparon en 2023 aproximadamente más de 305 horas de programación considerando la emisión de La Ley de Baltazar, Como la Vida Misma, Hijos del Desierto, Generación 98’ y Juego de Ilusiones.
La realización sostenida y continua de producciones dramáticas ha generado un espacio laboral fundamental y estable para actores y profesionales del mundo audiovisual; y todo este trabajo permanente en estos 10 años ha significado que más del 97% de los televidentes ha visto alguna de las teleseries chilenas, lo que proyectado a la población actual sobre los cuatro años con acceso a red eléctrica, serían 15 millones 687 mil 829 personas.
El gran problema es que mientras Rencoret conquistaba la audiencia, las otras areas dramáticas eran cerradas o entraban en un periodo inestable. En el primero entró TVN -cuya reapertura fue solicitada en los pasados Premios Caleuche-, en el segundo entró Canal 13.
A ello se le suman las críticas por el acaparamiento de actores, los cuales deben depender solo de aparecer en Mega ante el complejo panorama para sus fuentes de trabajo.
Las paradojas de las novelas de Mega
El proceso de consolidación del Área Dramática, que ocurre en momentos donde las audiencias están más exigentes, el encendido de televisores más bajo y el arribo potente de los streaming, consiguió con el tiempo que todas las producciones alcanzaran una alta transversalidad y masividad además de ser los programas más vistos en todos los públicos y segmentos. En palabras de Quena Rencoret: “La telenovela es un género clásico que ha sido parte de la cultura Latinoamericana, y en la televisión abierta es un pilar fundamental en la programación. Era cosa de tiempo que se instalara en los streaming, pues finalmente las plataformas son la nueva manera de ver televisión”.
Todo este proceso se inició con Pituca sin Lucas (2014), uno de los mayores éxitos de sintonía junto a la nocturna Perdona Nuestros Pecados. Desde entonces todas las producciones dramáticas que se sucedieron se transformaron en éxitos indiscutidos en las distintas franjas. Quena Rencoret vivió ese primer proyecto así: “Pituca sin Lucas” fue uno de los hitos más importantes para nosotros como AD. Esa linda historia fue el inicio de estos 10 años que llevamos en Mega. Para todos, pienso, representa el esfuerzo que significó empezar desde cero una nueva Área Dramática y en un canal que en ese entonces no estaba entre los preferidos de la audiencia. Pitucas sin Lucas tiene un sitial especial emocional no solo en la audiencia, sino en todos quienes la realizamos”.
Cifras que avalan el éxito
En el caso de las vespertinas, bloque clásico de apuestas dramáticas, no sólo han sido todas exitosas en rating hogar y comercial, sino que también redefinieron y se transformaron en el nuevo prime de las familias chilenas. Así las vespertinas de Mega son las más vistas de los últimos 10 años. Pituca sin Lucas (25.4), Papá a la Deriva (23.3), Pobre Gallo (20.6), Ámbar (16.7), Tranquilo Papá (16.7), Si yo Fuera Rico (15.9), Isla Paraíso (22.2), Yo soy Lorenzo (16.9), Edificio Corona (16.6), #PobreNovio (16.1), La Ley de Baltazar (17.2) y Como la Vida Misma (15.2).
Asimismo, las nocturnas de Mega (Sres. Papis, Perdona Nuestros Pecados I y II, Casa de Muñecos, Juegos de Poder, 100 Días para Enamorarse, Demente, Hijos del Desierto y Generación 98’) han sido parte de los formatos más requeridos y vistos de la televisión chilena durante los últimos 10 años. Eso, entre otros, por la calidad de la ficción como también porque en ese horario el contenido audiovisual alcanza su peak de mayor visionado, lo que ha permitido el liderazgo absoluto de las producciones innovando y paseándose por distintos géneros dramáticos como: comedias románticas, policial, thriller, época y dramedy.
En el caso de las producciones diurnas, las teleseries de Mega consiguieron elevar el horario en sintonía hogar y comercial además de registrar un propio récord con Verdades Ocultas que es la teleserie chilena más larga en la historia del género en nuestro país. Eres mi Tesoro (14.1), Te Doy la Vida (16.9), Amanda (19.9), Verdades Ocultas (17.7), Hasta Encontrarte (12.2) y Juego de Ilusiones (12.5).
En esta década, además, las figuras emergentes que han salido de esta factoría de Mega han sido relevantes en la industria de la ficción. Más de 30 actores se transformaron en rostros estables de los elencos, los que en su mayoría salieron de la escuela de talento del departamento de ficción para las teleseries que trabaja Quena Rencoret junto a los productores ejecutivos Daniela Demicheli y Patricio López.
Entre ellos podemos mencionar a Mariana di Girólamo, Gabriel Cañas, Carmen Zabala, Max Salgado, Fernanda Finsterbush, Alejandra Araya, Francisca Walker, Etienne Bobenrieth, Paula Luchsinger, Simón Pesutic, Constanza Mackenna, Fernanda Salazar, Vivianne Dietz, Octavia Bernasconi, Clemente Rodríguez, Felipe Rojas, Nahuel Cantillano y Guilia Inostrosa, entre muchos otros.
La proyección de futuras décadas
Fortalecidas las franjas de ficción en Mega, los formatos del Área Dramática han cruzado las fronteras y ya se concretó el primer proyecto de una alianza estratégica entre Megamedia y Latina Televisión. Esto implicó que un equipo de Chile partiera a Perú para realizar una nueva versión de Papá a la Deriva (2015) y que en esa cadena llamaron Papá en Apuros. Así se concibió con la dirección y producción la primera teleserie chilena fuera del país.
La fórmula para Quena Rencoret ha sido la constante búsqueda de contenidos para conectar con lo que quiere ver la audiencia: “Las teleseries no son solo entretención, son cultura, son temas de conversación entre la familia, entre los amigos… Por eso la preocupación siempre para que los contenidos lleguen a la gente, es que sean actuales, cercanos y que identifiquen. Y en ese camino, hasta ahora, hemos logrado concretar 27 teleseries realizadas en estos 10 años que pasaron muy rápidos”.
No exentos de cuestionamientos
A pesar de aquello, aún persisten críticas por un monopolio de actores dentro de dicha área, como bien se expresó en los pasados Premios Caleuche en donde la mayoría de los nominados era gente vinculada a algún proyecto de la estación, así como también por ser los únicos que cuentan con un área dramática ante el receso indefinido de TVN, Chilevisión y la oscilante experiencia de Canal 13.
La misma fue criticada incluso por Esperanza Silva, presidenta de ChileActores, quien precisó que más del 80% de los intérpretes hoy se encuentra sin trabajo.
A ello se le suman también cuestionamientos por la reiteratividad en los guiones, ocupando en el caso de ciertas vespertinas las locaciones del sur de Chile, como ocurrió con “La ley de Baltazar” y la futura vespertina “Al sur del corazón”. Lo mismo ocurre con las nocturnas, en donde es evidente el esquema repetido entre “100 días para enamorarse” y “Generación 98”.