En la larga historia del Festival de Viña del Mar, hubo una infinidad de programas satélites que mostraban todos los lados del certamen. Quizás el pionero fue “Aquí, Hotel O’Higgins” de TVN, el cual inicialmente era conducido por Patricio Bañados, luego por Julio López Blanco y como se recuerda siempre, por Juan Guillermo Vivado.
Otros canales también se dedicaron a ofrecer desde su vereda crítica -en los últimos años, bastante desmesurada- el lado B del evento. Siempre se rememora el doble horario de “SQP” durante febrero, los comentarios demoledores de Italo Passalcqua en “Buenos días a todos” o cuando la farándula metía sus agallas enchufando a figuras que no tenían nada que ver con el ambiente musical.
Sin embargo, en 1980 hubo un programa que quiso mostrar una mirada distinta de aquella versión, pero que fue cancelado sin siquiera ver la luz: “El festival en chacota”.
Se trataba de un espacio que creó el Canal 9 de la Universidad de Chile, en plena transición a lo que dos meses después iba a ser Teleonce. Era conducido por Lucho Fuenzalida (“L. F.”), un renombrado periodista de espectáculos de aquel entonces que trabajaba en La Tercera y que sería recordado por recibir una golpiza de parte del vocalista de K.C. and the Sunshine Band al año siguiente. Junto a él estaría un equipo del que formaban parte Manuel Labra y Francisco Castillo.
El ciclo debió ser estrenado el día 5 de febrero, un día antes del inicio del certamen y compitiendo con el clásico “Aquí, Hotel O’Higgins”. Sin embargo, el departamento de prensa del canal laico envió un comunicado a la prensa diciendo: “Dentro de la dura competencia por incrementar sintonía, no está en el ánimo de Canal 9 la de opacar programas de otros medios televisivos”.
“Dadas las interpretaciones que ya han surgido de las posibles interferencias que pudiera provocar al Festival de Viña, la Dirección de Canal 9 ha decidido levantar el programa”, expresaron.
La decepción de Lucho Fuenzalida
Con esto, el trabajo de Fuenzalida y su equipo, que según relató El Mercurio en su minuto se mantuvieron hasta las seis de la mañana editando el programa que debía salir al aire, fue completamente en vano, de hecho llevaron el capítulo en cassette a Santiago para guardarse sin siquiera ser transmitido al aire.
“Habíamos trabajado ayer intensamente con el profesionalismo del camarógrafo (Labra) y el periodista de Canal 9 (Castillo). Habíamos ideado muchas bromas. los contratos están firmados por todos nosotros. Habíamos comprado flores que echan agua, habíamos contratado una mesa en la caleta de El Membrillo para hacer una parodia de ‘Aquí Hotel O’Higgins’ que llamaríamos ‘Aquí, Caleta del Membrillo’, y teníamos contratados intérpretes que tradujeran el lenguaje de los pescadores”, dijo un decepcionado Fuenzalida a la prensa.
Posteriormente, el profesional lanzó una declaración oficial donde no ocultó su molestia, aduciendo a supuestas presiones desde el canal estatal: “Nuestra originalidad y empeño profesional molestaron la sintonía de la competencia, la que con arteros procedimientos, se dedicó a presionar para dejarnos fuera de carrera, lo que consiguió lamentablemente”, publicó.
“De esta manera es como los mediocres se defienden y yo quiero señalar, en lo que a mí personalmente respecta, que esta situación, en lugar de molestarme o amargarme, me llena de orgullo pues la competencia ha reconocido mi capacidad profesional, demostrada a través de largos años en el periodismo, al eliminarme por temor a que les rasguñara el rating de la sintonía”, argumentó.
Sin embargo, cerró lamentando que “el público no haya podido ver el programa que ya habíamos filmado y que la mediocridad ambiente, le ha escamotado por arte de biribirioque”.
Por su parte Alfredo Lamadrid, gerente de programación del 9, también se mostró sorprendido por la decisión, responsabilizando al director general del canal laico, quien entonces era Juan Ramón Samaniego, designado en 1978.