Este último par de semanas he observado el poder de lo que generan las noticias virales, sobre todo en el impacto en los portales de noticias por Internet, esta columna tienen como protagonistas dos personajes muy disimiles como son el expresidente Sebastián Piñera y la influencer Naya Fácil.
Como es de público conocimiento, el fallecimiento de Sebastián Piñera impactó al país, más allá de las ideologías y nuestra posición ante sus administraciones, su imprevista y trágica muerte conllevó a una necesidad genuina del público en enterarse de la noticia. Lo que para algunos se puede considerar una manipulación mediática para blanquear la imagen del expresidente para nuestra modesta opinión es solo la consecuencia de una demanda por saber más antecedentes del accidente que llevó a la muerte de Piñera, además de estar pormenorizados de los diferentes ritos que significan los funerales de Estado. Los medios, al menos los digitales, más que buscar una ideología política buscan publicar el máximo de información mediante la demanda del consumidor. Esto se desarrollará de mejor forma en el párrafo siguiente.
Pasada el duelo y la pompa oficial, los acontecimientos de esta semana se centraron nuevamente en la urgencia generados por los incendios en el Gran Valparaíso, pero esta vez los hechos no estuvieron radicados en la voracidad del fuego sino en la acción específica de una personaje que construyó su imagen exclusivamente a través de las plataformas digitales, nos referimos a Naya Fácil. Esta semana generó una serie de reacciones criticando la distribución de las ayudas que ella misma dispuso por parte de la municipalidad de Quilpué. Pero al parecer la demanda del consumidor de Internet en torno a esta personaje no se quedó ante la queja de Naya, sino que se expandió esta semana a la más variada cantidad de noticias, desde su negociación con Canal 13 para entrar a un programa de telerrealidad como un episodio de violencia del cual se vio involucrada este viernes.
Muchos observadores de medios, tal vez enquistados en la antigua lógica de los medios tradicionales basada en la opinión de los propietarios de estos vehículos, piensan en la idea que los medios digitales se mueve principalmente por elementos ideológicos, lo demostrado esta semana parece indicar lo contrario. Lo que los portales digitales parecen ver es el número de clics y visitas que generan sus noticias, tanto es así que la información vertida por uno u otro medio no parecen diferir mucho en torno a su contenido. Lo más desafiante para estos portales es generar una fidelidad en torno a estos sitios de noticias, para eso deben sobre todo hacer un rol fundamental, hacer buen periodismo y no sólo generar clics fáciles.