Yamila Reyna se equivocó. En el momento menos apropiado ni adecuado, tiró una fuerte y justamente criticada talla hacia Priscilla Vargas. Para empezar, todo fue una comedia de equivocaciones: Fue en el marco de un evento benéfico, y además la destinataria es alguien que además es tu competencia. Pudo perfectamente ser interpretado como una “competencia desleal”, valga la redundancia.
En consecuencia fue correctamente amonestada por TVN, quedando “condicional”. Una medida disciplinatoria que esperamos, sea ejemplificadora y pueda reorientar por el buen camino a alguien que, en lo personal, considero que es una excelente comunicadora.
La acción de TVN para con su rostro no solo es esperable, sino que también es una señal de que no debe haber espacio para chicaneos ni ofensas de ningún tipo. No obstante, el “cartao amarelho” que se le aplicó a la argentina por parte de la red pública no ha sucedido en otros canales cuando ocurren cosas igual o peores que un chiste puntudo.
Por ejemplo, a mediados del año pasado Daniela Aránguiz no solo celebró las amenazas de muerte hacia Maite Orsini y a su madre, la actriz Maite Pascal, sino que reveló la foto de sus supuestas prendas íntimas, lo que causó un escándalo de proporciones. Por entonces, la farandulera era rostro de Zona Latina, siendo panelista de “Zona de estrellas”. ¿Hubo sanción o amonestación de parte de TVI Filmocentro? Para nada.
Muy por el contrario, para el género no es algo que se escape de lo que es el “folclor” farandulero, algo habitual o una anécdota, pues hay que entenderla, es así. Seguramente eso pensaron también en Canal 13 cuando la llevaron a “Tierra Brava”. Hizo lo que quiso, bulleó, hostigó e hizo que la señal liderara en las denuncias ante el Consejo Nacional de Televisión (CNTV). Por supuesto que ante las polémicas de todo tipo, que incluyeron palabras de contundente calibre, no ocurrió nada.
Alejémonos del faranduleo, y vamos con algo más social: Durante el año recién pasado, José Antonio Neme en otro de sus arrebatos en “Mucho Gusto” quiso criticar a quienes vienen desde el extranjero a delinquir. En ello se preguntó: “¿Cuándo fue que comenzamos a recibir basura?”, justificándose además con que tiene “muchos amigos extranjeros”.
Rodrigo Sepúlveda blanqueó una marcha neofascista de Pancho Malo y su “Team Patriota”, diciendo que fue “espontáneo” a pesar de que una cámara de su propio canal enfocó al delincuente ultraderechista. En ambos casos no hubo ninguna advertencia por escrito. Claro, ¿cómo vamos a sacar a quienes nos dan rating a pesar de las críticas por desinformación?
Uno esperaría que tratándose de la filtración de datos íntimos, como también el hecho de ser xenofóbico o derechamente negar la existencia de grupos reaccionarios en una marcha, los canales correspondientes también actúen de oficio. Pero estamos en un país donde a los poderosos se les da arresto domiciliario y además se burlan de sus críticos ya sea con publicaciones de Instagram o sumándose a Arsmate.
No vamos a defender a Yamila Reyna. De hecho no hay razones para aquello y esperamos que pueda meditar conscientemente para que no vuelva a ocurrir. Pero tomando en cuenta que hay otras cosas igual o peormente graves… ¿Ley pareja no es dura?