Naya Fácil tuvo una oportunidad de callar las críticas y la mala imagen que se tiene sobre ella y la desaprovechó. Por su propio bien mental, por mutuo acuerdo se canceló su participación en el nuevo reality de Canal 13 “¿Ganar o servir?”.
La cuestionada influencer se había hecho famosa en las redes sociales por una serie de videos tétricos donde hablaba de su adicción a la droga tusi, de la cual comentó en un reportaje de Mega. Luego protagonizó un escándalo al desnudarse en una iglesia, lo que le valió incluso un lío judicial.
Así con todo, hasta la misma televisión chilena la veía como demasiado chabacana para integrarla a sus filas. Sin embargo su acción en los incendios del Festival de Viña del Mar, al liderar campañas en favor de los damnificados, hizo que muchos la endiosaran de una manera increíble.
Toda es buena imagen sirvió para que fuese escogida, en una elección que solo importó al nicho farandulero, como Embajadora del Festival de Viña del Mar con otra cuestionable figura del mundo de los reality shows como Nicolás Solabarrieta.
Muchos creían que esa imagen polémica que se tenía de Nayadeth (su nombre original) iba a cambiar… sin embargo una serie de preocupantes publicaciones en Instagram puso en duda su participación en Canal 13, habiendo sido anunciada en medio del Festival de Viña del Mar y siendo incluso ovacionada por el “Monstruo” en la última noche.
El manejo de Canal 13
Ambos privilegiaron el bienestar mental de la influencer. Es obvio que el reality no iba a ser tan maquiavélico como para acoger a una persona que no está bien anímicamente, por lo que lo más prudente sea esperar a que pueda recuperarse, hacer una buena terapia si así lo desea y demostrar que es más que solo publicaciones sobre drogas y osadía incomprendida por sus críticos.
Con esto, la producción del encierro pierde quizás a lo que para muchos es su mayor atractivo, pero a la vez su mayor flanco. Quedan otros por resolver, como si el plan de blanquear la imagen de Oriana Marzoli surtirá efecto, o si volverá a sus insultos clasistas e incluso raciales.
Pero está bien que en este caso hayan privilegiado el bienestar mental de ambas partes. Y es raro pues el mismo reality no solo ha acogido la violencia de Oriana Marzoli, sino que también la de Gonzalo Egas, quien en 2022 fue denunciado por violencia intrafamiliar.