No son días fáciles para la televisión en general. Y durante estas dos semanas hemos dado cuenta de un panorama bastante duro para una industria que se aferra a su infausto pasado reciente para poder surgir en medio de una audiencia que se avejenta cada día más, mientras el público que los abandonó se va a contenido que lo refleje dentro del mundo digital.
Las malas noticias principalmente vienen desde el canal estatal, que dejó partir sin ton ni son a dos de sus rostros más refrescantes: Josefina “Pitu” Valenzuela y Yamila Reyna. Resulta incomprensible que luego de que ambas fuesen muy bien valoradas por el público y la crítica, las hayan desechado como quien bota un lápiz en desuso. La decisión no se entiende por ningún lado, y menos si fuese por temas de costos.
El abaratamiento del canal estatal es tal que su más reciente novedad va a ser una novela turca que tiene más de mil capítulos y que se estrenó hace ya varios años. ¿Cuánto habrá salido eso? ¿Por qué en TVN siguen apostando por producciones otomanas cuando, con datos en la mano, está comprobado que no llaman la atención de una audiencia que castiga con contundencia su falta de voluntad de competir? Y al mismo tiempo, premia cuando lo hacen. No por nada “Ahora Caigo” marca las excelentes cifras que obtiene.
La salida de ambas, principalmente de la trasandina, es una mala noticia para el buenrollismo en televisión, ese que tanto defendemos en este lugar. Y viene en la misma semana en que la nueva farándula usa tácticas dignas de la CNI: En el programa “Sígueme”, Daniela Aránguiz amenazó a Anita Alvarado, en vivo y en directo y en horario de protección al menor, de difundir en sus redes sociales un video sexual de su hija Angie con Jorge Valdivia.
¡Todo mal! ¿Por qué Julia Vial, que hasta nuestro conocimiento adhiere a la causa feminista, no le dijo en el momento mismo que estaba cometiendo una ilegalidad? O sea, no solo ha promovido el ciberacoso, sino que en este caso, también la pornovenganza. Y lo peor es que el resto de sus colegas lo apoya. ¿Dónde está la sororidad?
¿Este es el tipo de televisión que muchos internautas en redes sociales pésimamente administradas quieren que vuelva? Si es para quitarle la densidad a la televisión abierta, tenemos malas noticias: Una amenaza al aire de difusión de un video íntimo es tan estresante como las opiniones de Neme, Sepúlveda, y ahora Priscilla Vargas. Y ya que estamos, una lástima que haya perdido la cordura culpando a la diputada Maite Orsini del asalto en La Pintana… ¡En la semana donde Chiara Barchiesi violó la separación de poderes acudiendo al juicio de implicados en violaciones a los derechos humanos durante el Estallido Social! ¿Por qué le gusta insultar a la parlamentaria por nimiedades y a los que interfieren en la justicia no les dice nada?
Volviendo a Yamila y Pitu, su futuro está lejos de la caja. Lo más probable es que las dos saquen su ciclo de programas en YouTube o en Spotify y les vaya mucho mejor que cuando eran rostros televisivos. Ahí está la mano si quieres surgir, ya lo han entendido rostros que han hecho en el mundo digital lo que no pueden hacer en la pequeña pantalla. Ambas si tienen los elementos a la mano, pueden hacerlo. Les aseguramos que van a triunfar.