A lo largo de Latinoamérica, han habido casos de sistemas televisivos que han sido llamativos por su estructura, pero también con cómo se mimetizan con el llamado “partido del orden”. México ha sido uno de ellos debido al fuerte apego que Televisa, desde su fundación en 1973 a partir de una fusión recomendada por Luis Echeverría, gobernante azteca de entonces, había sugerido para elevar el nivel de una televisión local que según se rememoraba en algunos documentos era decadente.
Sin embargo, si por algo se caracterizó tanto la televisora de San Ángel como TV Azteca, empresa multimedial surgida mediante una privatización de parte de Carlos Salinas de Gortari en 1993 al empresario Ricardo Salinas Pliego, es por su fuerte apego al Partido Revolucionario Institucional. De hecho Emilio Azcárraga Milmo, “El Tigre”, quien por años lideró la estación hasta su muerte en 1997, se definió en una alocución como un “soldado del PRI”.
Quizás uno de los documentales que mejor refleja cómo se instauró una verdad oficial sobre diferentes sucesos de la fallida democracia mexicana por parte de los citados medios es “Teletiranía”, creado por Canal 6 de Julio.
El documental de fines de los dosmiles mostró, por ejemplo, cómo operaba el principal noticiero de la televisión mexicana, “24 Horas” dirigido por Jacobo Zabludovsky, en favor del partido que por setenta años gobernó la República Mexicana. Quizás su mayor climax fue lo ocurrido durante la llamada “caida del sistema” de julio de 1988, en donde se consumó el fraude electoral que puso en el poder al ya citado Salinas, en desmedro de la principal figura opositora de entonces, que era Cuauthémoc Cárdenas Solorzano.
De hecho uno de los candidatos minoritarios, Heberto Castillo, definió al ya fallecido ancla de Televisa como “un maestro de la indignidad, un individuo dedicado a hacer todo el daño que puede a este pueblo”.
Otro de los momentos que la pieza destacó como un reflejo del poderío de la televisión y de cómo buscaba instalar una verdad es el asesinato de Paco Stanley, hace ya 25 años, en donde se instaló una cobertura sensacionalista que iba desde la musicalización dramática de los sucesos, la televisación del cadaver baleado del “showman”, y cómo TV Azteca y Televisa instauró la narrativa de endosar este lamentable hecho a la labor del mismo Cárdenas, quien entonces era Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal. Incluso se podía ver a los conductores Jorge Garralda y el mismo Zabludovsky instando a renunciar al otrora lider y fundador del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
También evidenció la torta que se repartía al momento que se realizó este documental a los spots políticos con dinero del erario público, la cual era absolutamente desbalanceada y que mostró cómo se pudo alzar como servidores de la política local a auténticos inoperantes, en los que calificaba a Vicente Fox Quesada.