Este domingo (16) salió el Digital News Report 2024 y reveló no solo que se mantienen incólumes las posiciones para CNN Chile en televisión y Bio-Bio en radio, sino que también reveló otro dato duro: La caída de la confianza en las noticias en Chile.
El informe difundido este fin de semana por el Instituto Reuters y la Universidad de Oxford advirtió que la caida de la confiabilidad en los informativos sigue mermando, pues en este 2024 cayó a un 32%, lo que a juicio de sus realizadores es una de las más bajas de todo el alcance global.
“Esta situación se vincula al contexto de polarización política y elecciones periódicas, algunas de las cuales ofrecen opciones binarias que tienden a dividir al país entre alternativas de derechas e izquierdas”, expresaron desde la firma.
La confiabilidad a la baja
De esta manera, la cifra está lejana al 2018 en el que alcanzó su peak en siete años, donde obtuvo un 53%, y está cerca de su piso que hasta ahora había sido de un 30% en 2020, con los ecos del Estallido Social y en plena pandemia.
Posterior a 2022 donde se obtuvo un 38%, volvieron las bajas. Al año anterior habían tenido un 35%, por lo que los índices de este año constituyen una caida en tres puntos.
Con esto, se sigue pagando el poco pluralismo de los medios de comunicación, principalmente los de matinales y noticieros, quienes han sobreexplotado hasta el hartazgo el problema de la delincuencia en el país, optando por dramatizarlo y sin difundir las soluciones que se han estado realizando por parte del Gobierno y distintas municipalidades.
Asi como también recae la responsabilidad en los matinales y noticieros, los que han sido muy duros a la hora de hablar de casos como Democracia Viva y la prisión preventiva para Daniel Jadue, pero al mismo tiempo han endulcorado la corrupción cuando esta proviene desde la derecha, la cual ha incluido desde la defensa de Rodrigo Sepúlveda a Cathy Barriga hasta la omisión por parte de “Mucho Gusto” (Mega) a la implicancia de Mario Desbordes en la llamada “Operación Topógrafo”, del mismo modo que tampoco han tenido relevancia los chats del abogado Luis Hermosilla.
Del mismo modo, la prensa escrita que está en una fase terminal, con las complicadas situaciones financieras tanto de El Mercurio como de La Tercera, también ha sido duramente cuestionada en su labor de obedecer a principios mínimos de pluralismo y responsabilidad informativa.