Durante los dos años que estuvo dentro de Televisión Nacional de Chile (TVN), Yamila Reyna fue elogiada por su desempeño profesional. Sin embargo, por otro lado hubo otros dentro de la farándula que no soportaron que ella fuese conductora de “Buenos días a todos” durante el verano.
De todo ello habló durante la edición de anoche (04) del recientemente estrenado programa “Al piano con Lucho” (TV+), conducido por Luis Jara.
De entrada, según reporta Página 7, recordó a su padre, el famoso cantante Sebastián, quien en nuestro país también fuese conocido en radios tropicales por éxitos como “Este pasito se baila así” y “Arriba los corazones”.
A él lo recordó cuando comentó los costos de ser estrella de televisión, expresando que “a veces se paga caro, lo he sentido, por supuesto que lo he sentido. Lo he vivido, lo vivo. Pero aprendí a manejarlo, porque yo vengo de mi papá, que es muy famoso. Él fue famoso, una estrella de verdad”.
“Siento que en Chile son muy pocos lo que son estrellas de verdad. Nosotros somos laburantes… pero sí, aprendí gracias a Dios de un padre, que al ser tan famoso, me enseñó los cimientos más importantes (…) Que la fama es puro cuento, que el ego hay que aplicarlo para firmar un contrato y arriba de un escenario para demostrar que eres el mejor, y que se respeta siempre al público con esos tres elementos”, expresó la actriz trasandina.
Críticas infundadas
Yamila también habló sobre las críticas que recibió en su permanencia en el canal estatal, siendo la más terrible la de Raquel Argandoña, quien recordemos, la acusó de obtener el puesto tras encamarse con un ejecutivo de Bellavista 0990, para lo cual nunca presentó las pruebas del caso. No obstante, ese no sería el único ataque proveniente de farandulandia.
Respecto a ello, la hermosa cordobesa recordó que “cuando me pasó lo que me pasó a nivel personal, mis jefes en TVN fueron los primeros que me llamaron a la oficina y me dijeron ‘nosotros sabíamos que te iban a pegar, pero no sabíamos por dónde, porque nadie se iba a bancar que con apenas dos años en un canal, estuvieras al frente del matinal más importante de Chile'”.
“Gracias a Dios no tuve tiempo de prestarles atención, y aprendí que donde habla la ignorancia, la inteligencia calla… yo trabajé, seguí trabajando y lo que más disfruté fue haberle callado la boca a todo el mundo”, concluyó.