Una pauta cada vez más penosa. Omisión de algunos temas y sobreexplotación de otros. Abuso de los problemas y casi ninguna solución a las mismas. Esos son algunos de los motivos de por qué los matinales de la televisión chilena hoy día marcan tan poco.
Y es que durante esta semana, la agilidad que tuvieron los cuatro espacios para hablar acerca de una balacera ocurrida en Lampa, no la tuvieron para reportear otros casos como lo fueron las implicancias de Mauricio Ojeda en el Caso Convenios, la peor semana de Johannes Kaiser o la más reciente, el juicio al padre del timonel de la UDI por casos de pedofilia y abuso de menores, el cual el mismo Javier Macaya encubrió.
Ahondar en los cuestionamientos que se le realizan a dichos espacios ya suena repetitivo, y es que la monótona pauta enfocada en la crónica roja y la bravuconería de conductores como José Antonio Neme y Priscilla Vargas contra sus críticos están comenzando a pasar la cuenta.
Una baja sostenida de los promedios
Sin ir más lejos, el pasado miércoles (17) en el que se concentró en su mayoría en lo ocurrido en dicha comuna de la Región Metropolitana, el líder de dicha franja (“Contigo en la mañana” de Chilevisión) solo promedió 5,3 puntos. Su más cercano competidor (“Mucho Gusto” de Mega) lo escoltó con 5,0. “Tu Día” hizo 4,9 y finalmente “Buenos días a todos” solo obtuvo 2,3 unidades.
Si hacemos la sumatoria, entre los cuatro espacios hay acumulados 17,5 tantos. Si comparamos con, por ejemplo, el 9 de noviembre de 2023, “Tu Día” lideró con 6,1 puntos y entre los cuatro de la misma franja, se hacían 21 tantos.
Si vamos más atrás, el día 10 de abril de 2023 en el que “Mucho Gusto” lideró con 6,5, el acumulado entre todos los envíos fue de 22,6.
Y si viajamos hasta el día 18 de octubre de 2022, en el que “Contigo…” hizo unos excelentes 8,9 de promedio, el acumulado fue de 25,1 puntos.
La baja de audiencia de los matinales se explica en lo monotemáticos que suelen ser en muchos aspectos, como también en la sobreexplotación de la temática de la crisis de seguridad, la cual puede ser usada para invisibilizar otros asuntos.
Por ejemplo, durante toda la semana tres de cuatro espacios de dicho horario (TVN, Canal 13 y Mega) no abordaron el juicio a Eduardo Macaya, sin embargo sí hubo cadena nacional indirecta con la balacera ocurrida en Lampa.
¿La culpa no es del chancho?
Pero, ¿por qué la gente le está dando la espalda a esta clase de espacios? Si vemos cualquier archivo de, principalmente, “Buenos días a todos” en su prime, podemos ver que de 8:00 AM al mediodía podían abarcar una totalidad de temas que iban desde despachos en la calle, cocina, gimnasia, temas de actualidad y servicio público, entretención de la mano de comentaristas de espectáculos y actuaciones en vivo, y para qué decir lo que fue la presencia de Axé Bahía en 2002.
Sin embargo, hoy todo es distinto: “Mucho Gusto” en ese mismo periodo de tiempo solo puede abarcar dos temas, tres cuando mucho, y todos vinculados a sencillamente, lo que sus cabecillas de prensa tanto como Neme pueden permitir hablar, y lo que no queda fuera de su análisis y hasta de sus rabietas.
Explicado en simple: Determinadas gentes esperan que el conductor del matinal del canal del Grupo Bethia se exprese de la misma forma que lo hizo contra Maite Orsini, Catalina Pérez, Daniel Jadue o a los miles de adherentes del oficialismo a quienes llamó a comprarse un medio. Se encontraron con una pauta que fue desde la crónica roja, hasta la búsqueda de temas encontrados en las cloacas de la realeza o de la familia Trump, pero de Macaya o de Kaiser absolutamente nada.
El tema es que las alocuciones del mismo periodista se viralizan por el tono violento que muchas veces emplea para determinado sector, las cuales acrecientan su rechazo masivo. Es ahí donde él mismo debe demostrar su imparcialidad para que sea igual de viralizado, pero falla en reiteradas ocasiones.
Si el señor Neme efectivamente fuese responsable y equitativo, tendría la madurez necesaria para cuestionar que se haya elegido como representante en el cada vez más desprestigiado congreso a un tipo salido de una cloaca de YouTube, en vez de una exvice-presidenta de la FECH que tenía efectivamente un título universitario, y la expertise necesaria para desempeñar un cargo sumamente complejo.
Si Priscilla Vargas fuese de verdad mesurada, emplearía con Macaya la misma vara con la que midió a Maite Orsini, a quien le inventó un video sexual que nunca existió cuando le robaron el celular, y hasta culpó de un asalto en La Pintana en el que no tenía arte ni parte.
De esta manera, la culpa es netamente del chancho que es el que ofrece un contenido monótono, y no de quien le da el afrecho, que cada año está abandonando dicho espacio, en favor de otras maneras mucho más amigables de conocer el día a día. Sin sensacionalismos ni exigencias destempladas.