Durante esta semana, la farandulera Oriana Marzoli volvió a pisar suelo chileno después de siete años de aquella cuestionada participación en “Doble tentación” (Mega), reality show donde surgieron los insultos de connotación racial contra la modelo Dominique Lattimore.
En aquella oportunidad, la modelo denunció que había sido tratada de “sucia” y “olor a selva” por parte de la ibérica, interponiendo una demanda por la que esta última se devolvió a España.
Sin embargo, la actual participante de “¿Ganar o servir?” (Canal 13) nuevamente está en el país, impunemente y sin responder a las cuentas pendientes que tiene con la actual instructora de skate.
De hecho, no se ha referido aún a la causa que le iniciaron, ni mucho menos demostró algún arrepentimiento por los errores de entonces y los actuales. Es más, sostuvo reuniones con Canal 13 y anunció un proyecto con Gala Caldirola. Todo mientras Lattimore sigue sin proyectos en televisión.
¿Dónde está la justicia que no actuó como debió, una vez más? ¿Qué fue lo que la posibilitó de nuevamente llegar a un territorio que condenó sus actitudes humillantes y raciales contra las personas pobres?