Después de la alta repercusión de la primera edición que coronó como ganadora a la hoy actriz Wendy Guevara, Televisa volvió a apostar este año por su versión de “La casa de los famosos”, apostando por figuras polémicas como Mario Bezares y el influencer Adrián Marcelo.
Sin embargo, durante los últimos días, este último le generó otro dolor de cabeza al consorcio de Emilio Azcárraga: Sus dichos machistas, que despertaron el rechazo de la teleaudiencia en un país donde se acostumbra a violentar a las mujeres, causaron la retirada masiva de los auspiciantes del programa que se transmite en Las Estrellas.
De hecho, según cuenta un reportaje del diario El País, tras la salida de una de sus compañeras de encierro, Marcelo declaró: “Una mujer menos para maltratar”.
Luego, cuando la presentadora Odalys Ramírez le reprochó dicha actitud, respondió suelto de cuerpo y sin ninguna vergüenza que era “una ironía”, pues era en respuesta a acusaciones de otros participantes, el actor Arath de la Torre y la youtuber Gala Montes, de que su instancia era “para maltratar mujeres”.
En un país donde la violencia machista alcanza niveles abismales en la sociedad mexicana, estas declaraciones fueron altamente cuestionadas.
Organizaciones en pro de los derechos femeninos presionaron a Televisa para que lo saque, pero la televisora fue resistente a tomar la decisión hasta que el castigo llegó donde más le dolió: En los auspicios. Empresas como Rexona, Helados Holanda, Dove y Hellmann’s ya se dieron de baja de las pautas publicitarias, importantísimas en una empresa que ha perdido su poderío de más de tres décadas. Finalmente, Adrián Marcelo renunció al programa, pero ya es demasiado tarde para el heredero del “Tigre”.
Por su parte, la televisora de San Ángel lanzó un tibio comunicado en donde expresaban que las actitudes de los participantes de su programa estrella, en muchas ocasiones no son las que promueve dicha empresa.
¿Por qué en Chile no está la misma reacción?
En México, un país absolutamente sensibilizado por la violencia que ejercen tanto los machistas sueltos en las calles como las bandas delictuales de Ciudad Juárez o Sinaloa, es lógico que las marcas corten por lo sano y se bajen de un programa convocante a pesar de su alta audiencia.
Ahora… ¿Por qué esta deferencia en la clase empresarial azteca no se repite en nuestro país? Tomemos como ejemplo lo que ha sucedido a lo largo de los ya más de cien exitosos capítulos de “Ganar o servir”: Desde las amenazas de Mariela Sotomayor a Camila Recabarren, los insultos de la misma farandulera a Faloon Larraguibel y las groserías libertarias de Oriana Marzoli.
La denuncia más reciente vino de parte de Blue Mary, exparticipante del espacio estelar de Canal 13, quien dijo que lo más bajo que le había escuchado a la ibérica era el haberle sacado a los hijos a sus adversarias imaginarias.
Pese a eso, y a la triste escena violenta que sostuvo la chica reality europea con Pamela Díaz, no solo la audiencia no baja, sino que los auspicios se mantienen. De hecho el arribo de “La Fiera” fue en un helicoptero con un placement de una multitienda.
Conocedores de la industria brindaron a este portal una profunda y desalentadora reflexión: “Mientras más bullying hay, más plata entra. ¿Pero a qué costo?”. Y es que con lo reactivo que es el chileno promedio, ¿tiene que pasar algo sumamente grave para que se tome la iniciativa? Ya hubo un elemento corto-punzante en la pelea entre la ex Miss Chile y la graduada en chica reality. ¿Hacen falta más señales?