Nuevamente el mismo libreto de la farándula cuando algún rostro los critica: El ataque personal y profesional, típico de las dictaduras. Todo comenzó cuando el periodista Roberto Cox dirigió sus motivos para el rechazo a dicho género televisivo que ha retomado su andar en la televisión chilena tras dejarla en la quiebra a fines de la década pasada.
Fue en el programa de YouTube “Sin retoque” donde habló sobre cómo funciona la prensa rosa en nuestro país, argumentando que “tienen prácticas aberrantes; mienten, inventan, les da lo mismo, porque saben que no es un periodismo serio, que no afecta la vida cotidiana de las personas”.
Asimismo, descartó de plano sumarse a la farándula calificándolo como “una fomedad”. “No sirvo y no me da esa caradurez que tienen los periodistas de farándula de andar inventando cosas porque sí, a ellos parece que no les causa gran dilema eso”, expresó en dicho show virtual.
Los ataques del gremio
La respuesta de parte del periodismo farandulero chileno fue no solo de una defensa corporativa, sino también de un ataque de manual de fascismo.
Fue Paula Escobar en “Que te lo digo” (Zona Latina) que ungió de vocera de sus colegas. “Voy a defender mi gremio: la verdad es que nosotros no solo nos dedicamos a copuchear, hemos puesto en el tapete temas súper importantes. Nos han contactado diputados de la República, hemos ayudado a ciertos colegas que lo están pasado mal en algún lugar de trabajo. Sí, comentamos farándula, espectáculos, industria”, expresó la periodista farandulera.
“Te gusta ir a programas de figuras televisivas de espectáculo y farándula, sin embargo, cuando uno te lo nombra puro y duro despotricas en contra de eso. Yo creo que, compañero, preocúpese de su pega, nosotros nos preocupamos de la nuestra”, concluyó en sus ataques.