Seguramente más de alguno deberá acordarse de esa canción tan radiada en Chile como en gran parte de Latinoamérica llamada “Balada Boa”, la cual con la picardía que tanto nos caracterizó se rebautizó como “Quién quiere leche”, por la similitud en la semántica en uno de sus pegajosos coros.
Pues bien, hoy su intérprete Gusttavo Lima, quien en los últimos años había demostrado su afinidad con el exmandatario ultraderechista Jair Bolsonaro, no lo está pasando bien pues la justicia brasileña decretó su prisión preventiva por lavado de dinero.
En una primicia anunciada ayer en el “Jornal Nacional” (Globo) se reveló que el cantor sertanejo, a través de su empresa Balada Eventos y Producciones, se dedica a “ocultar valores provenientes de juegos ilegales”.
En concreto, es investigado por tener una “intensa relación financiera” con figuras que también están implicadas, además de transportar a cinco de los sospechosos en avión a Europa. Esto debido a que son considerados prófugos de la justicia al no volver a su Brasil natal.
“Su intensa relación financiera con esos individuos, que incluye movimientos (financieros) sospechosos, plantea serias preguntas sobre su propia participación en actividades criminales. La conexión de su empresa con la red de lavado de dinero sugiere un compromiso que no puede ser ignorado”, dice un comunicado del Poder Judicial brasilero, según reporta Radio Bío-Bío.
No hay tiempo para “Limar” asperezas
Del mismo modo, la justicia de Pernambuco levantó una alerta roja ante Interpol para buscar a esos cinco delincuentes, entre los que no se encuentra el intérprete.
También está siendo investigada y detenida la influencer brasilera Deolane Bezerra, quien actualmente se encuentra presa por incumplir disposiciones judiciales.