Durante toda esta semana, la prestigiosa revista musical Billboard tuvo su semana de la música latina. Una de sus ponencias estuvo relacionada con la salud mental en los artistas y estuvo a cargo de dos generaciones de divas pop, como lo son la mexicana Thalía y la argentina María Becerra.
En la charla con ejecutivos y público asistente comentaron sobre cómo conllevan con los comentarios negativos que abundan, principalmente, en la plataforma X (ex Twitter) que no ha sabido parar dicha ola de hate, que han sufrido otras cantantes como Dua Lipa y Katy Perry.
Al respecto, la intérprete de “Automático” declaró que “enfrentarse al odio en línea puede ser abrumador, especialmente para aquellos que están construyendo sus carreras en una industria donde la exposición constante es parte de su día a día”.
La oriunda de Quilmes recordó cuando se alejó de las redes sociales por un tiempo debido a los malos comentarios, pues no hay que olvidar que son artistas jóvenes y están construyendo una carrera a pulso, por lo que las palabras dañinas no solo “le afectaron emocionalmente, sino que la llevaron a tomar la difícil decisión de desconectarse”.
Thalía y María hablan de “establecer límites”
Por su parte, la showgirl azteca reflexionó sobre el hate train del que muchos artistas fueron víctimas en un tiempo que “todos somos traumados de traumados entonces uno tiene que cortar con esa herencia. Nadie tiene que ponerte un dedo señalarte. Vive tu vida en paz, haciendo cosas honorables y que te hagan crecer en espíritu y alma, dando buena onda a las demás personas que se atraviesan en tu vida y en tu carrera”.
Luego, María complementó que “Hay mucha gente que no está en ese camino sino que involucionó. Es un tema de sanación personal, no tanto por el otro sino por uno”.
“Hay que sanar a ese niño o a esa niña que en algún momento se sintió desolado, abandonado o una sombrita de la familia de su madre o su padre”, fue el consejo que le brindó la también actriz a quien llenara el pasado viernes el Movistar Arena.
Como conclusión, ambas acordaron que hay que generar conciencia sobre las consecuencias negativas del odio en las redes sociales, puesto que personalmente hay que “aprender a establecer límites, tanto en la interacción con los seguidores como en el manejo personal de los comentarios negativos, y en priorizar la salud mental por encima de la presión de estar constantemente presentes en el ámbito digital”.