El pasado viernes (01) en el estelar farandulero “Only Fama” (Mega), Daniela Aránguiz habló acerca de su actual momento tras el escándalo de acoso sexual que tiene a Jorge Valdivia en la cárcel. Más allá de lo que dijo o no, llama poderosamente la atención que Francisca García-Huidobro, en una real desconexión de la realidad, le dijo a la panelista que “toda la gente te quiere”.
No sabemos en este portal si lo dijo para intentar subirle el ánimo a la ex “Mekano”, o si de verdad siente que ella es querida. Porque lo que nos ha tocado ver en muchas redes sociales, es que da una mala imagen, incluso en este nuevo aire que tiene la farándula y del que ella puntualmente tiene gran responsabilidad. Da la sensación de que está en la televisión no solo por su separación, sino por su concepción errada de que la industria debe servir como terapeuta.
Eso le ha dado, por parte de la industria televisiva, la más completa, absoluta y aberrante impunidad para hacer lo que se le antoje. Pero también llama la atención de que esté presente en dos paneles de farándula, que son el del nuevo estelar del canal del Grupo Bethia, como también en “Sígueme” (TV+), donde tuvo el caso de acoso laboral contra Daniella Campos. La ex “Miss Chile” se fue de la estación, pero la farandulera sigue en su silla como si nada hubiese ocurrido.
Y a ello se le suman los continuos mensajes que le envía por mensaje de texto a distintos conductores de matinales, entre ellos José Antonio Neme de “Mucho Gusto”.
Esto nos hace despertar una sospecha gigante: ¿Es Daniela Aránguiz una persona que ejerce un desproporcionado poder en una televisión cuya audiencia es tan reducida como sus índices de credibilidad?
La mano que mece la cuna
Basta con evocar lo que fue “El discípulo del chef” (Chilevisión) para recordar que todo lo que toca, lo convierte en un programa altamente tóxico. Fue ahí donde Aránguiz comenzó sus hostigamientos contra Perla Ilich por el simple uso de una cuchara. Esto podría ser en cualquier familia modelo una pequeñez, pero en el mundo farandulero es motivo más que suficiente para que se llegue a una discusión a los gritos.
Peor fue cuando ocurrió la final, en donde ganó la cantante Karen Paola por votación popular, lo que ocasionó otra destemplada reacción de la susodicha, en uno de sus primeros episodios de acoso digital. Mismo que realizó desde el año pasado hacia Maite Orsini, a quien culpó de su separación del ex astro de Colo Colo, en donde sencillamente no la dejó tranquila.
Es más, si no fuera por una órden judicial que impidió que la nombrara públicamente, seguiría impunemente por parte de la industria televisiva haciendo el hostigamiento del cual ha hecho gala.
Asimismo, en la “Noche Cero” del Festival de Viña, en la segunda jornada especial, un programa que debía ser sobre el certamen y sus invitados terminó centrándose en ella, en su pleito armado entre gallos y medianoche, y no en lo que importa, que es la música.
Sin embargo, su poderío se reflejó cuando se fue a colar a un capítulo de “Hay que decirlo” (Canal 13) en donde habló en cámara, y al día siguiente ya estaban hostigando a la parlamentaria del Frente Amplio solo por lo que hace fuera de su horario legislativo. ¿Acaso fue a dar órdenes?
El reflejo de una televisión en irreparable decadencia
Daniela Aránguiz no es más que la causa y la consecuencia a la vez de una televisión que cuenta con niveles ínfimos de audiencia, como también de prestigio y credibilidad en todas las encuestas habidas y por haber. Si lo comparamos con un mundo que tiene notables diferencias como la política, podría asemejarse al caso de Demócratas y Amarillos por Chile: Sus líderes tienen la vitrina favorable en los medios tradicionales para dar pautas y pegarle todos los días al Gobierno, pero sus resultados en la pasada Municipal fueron mediocres.
¿A qué vamos? En que la farandulera está absolutamente sobrevalorada por la televisión local, al igual que los de Warnken y Ximena Rincón. A estos últimos no se les conoce un aporte concreto a la ciudadanía del país, a la primera no se le conoce ningún talento ni habilidad ni humana ni profesional. Sin embargo ahí está, gozando del aprecio que le tienen tanto editores como presentadores. El Diario La Hora cuando la presentó como una de sus flamantes columnistas, no se les irritó la cara al calificarla como “la mujer más importante de la farándula”.
Lo cierto es que mientras los canales se farrean rostros valiosos como Ivette Vergara, Yamila Reyna, “Pitu” Valenzuela y Kevin Felgueras, Aránguiz sigue en sus puestos como si nada, apareciendo en dos canales y gozando de la vitrina que ya quisieran algunos cantantes locales del momento. Y todo mientras se lleva consigo lo que le va quedando de buena imagen a la pantalla local.
Como creemos que la mejor arma contra una injusticia es la crítica bien sustentada, dejamos sobre la mesa esta inquietud. ¿Daniela está dictando los hilos del espectáculo en la televisión chilena? ¿Por qué tiene tanta aprobación en paneles? ¿Acaso es “la jefa de jefas”? A nosotros nos parece raro. ¿Y a usted?