Cada 3 de diciembre, el mundo conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha que invita a la reflexión y, más importante aún, a la acción. Este día nos recuerda que la inclusión y la accesibilidad no son conceptos abstractos, sino derechos fundamentales que debemos garantizar a todos los miembros de nuestra sociedad.
En Chile, la realidad de las personas con discapacidad es una que exige nuestra atención y compromiso. Cerca del 20% de la población —1.800.000 compatriotas— vive con algún tipo de discapacidad, enfrentando barreras que van desde la accesibilidad física hasta la discriminación en el ámbito laboral. Detrás de cada cifra, hay historias, sueños y desafíos que debemos apoyar y visibilizar.
Mario Kreutzberger, “Don Francisco”, en su carta emitida con motivo de esta fecha, nos recuerda cuánto ha cambiado Chile desde los inicios de Teletón en 1978. Desde un solo instituto en Santiago hasta una red nacional, Teletón no solo ha transformado la rehabilitación en el país, sino que también ha elevado el estándar en la lucha por un Chile más inclusivo. Las rampas, los buses adaptados y las oportunidades educativas son avances concretos, pero, como señala el fundador de esta iniciativa, aún queda mucho por hacer.
Desafíos actuales
Hoy, uno de los mayores retos es garantizar la inclusión en todas las etapas de la educación y la vida laboral. Aunque se han dado pasos importantes, muchas personas con discapacidad todavía enfrentan limitaciones para acceder a estudios superiores o integrarse al mercado laboral de manera digna y equitativa. Además, la tecnología, una herramienta que debería ser un puente hacia la inclusión, a menudo excluye por falta de diseño universal y accesible.
Otro desafío crítico es la atención a jóvenes con discapacidad en la transición hacia la vida adulta, un tema que cobra mayor relevancia en un país con una creciente esperanza de vida. La rehabilitación integral y las políticas de inclusión laboral son claves para brindarles independencia y participación activa en la sociedad.
El llamado a la acción
En su carta, Kreutzberger hace un llamado urgente al Estado, las empresas, las instituciones educativas y cada ciudadano para ser parte activa de esta transformación. La inclusión no es responsabilidad exclusiva de un sector; es una tarea colectiva.
- Al Estado: Incrementar políticas públicas inclusivas y garantizar su financiamiento.
- A las empresas: Abrir sus puertas a la diversidad, reconociendo el valor que aporta cada persona.
- A las instituciones educativas: Adaptar espacios, currículums y metodologías.
- A la sociedad civil: Promover una cultura de respeto, solidaridad y empatía en todos los niveles.
Más que un deber, un derecho
Como bien afirma Don Francisco, las personas con discapacidad no necesitan compasión, sino oportunidades. La inclusión no es un regalo, es un derecho que debe estar en el corazón de nuestras políticas, instituciones y relaciones humanas.
Este Día Internacional de las Personas con Discapacidad es un momento para celebrar los logros alcanzados, pero, sobre todo, para renovar nuestro compromiso de construir un Chile donde nadie quede atrás. Porque un país verdaderamente inclusivo no solo beneficia a quienes enfrentan barreras, sino que nos enriquece a todos como sociedad.
Hagamos de este desafío una misión compartida.