La presencia de Pamela Jiles como panelista en “Primer Plano” (Chilevisión) ha generado un debate sobre la posible incompatibilidad entre su rol como diputada y su participación en programas de farándula.
Si bien la periodista de profesión es una figura conocida por su presencia en la farándula chilena, dejando de lado la imagen seria que proyectaba formando parte de “Informe Especial” en TVN antes de su despido en 2003, su actual desempeño como diputada genera cuestionamientos sobre la coherencia entre su labor parlamentaria y su faceta televisiva.
Más aún si, en pleno ejercicio de su cargo encomendado en la controvertida elección parlamentaria de 2021, vuelve al género al cual defendió con capa y espada, diciendo en una ocasión que “democratizaba” a la pequeña pantalla local.
Es importante recordar que otros personajes del mundo del espectáculo que llegaron a cargos políticos, como Patricio Achurra, Ramón Farías, Jorge Gajardo, Paulina Urrutia, Luciano Cruz-Coke, Ximena Vidal, Benito Baranda, Patricia Politzer, Bernardo de la Maza y otros ejemplos, dejaron sus actividades en la cultura y la televisión para enfocarse en su labor pública.
La participación de Jiles en “Primer Plano” podría abrir un debate sobre la ética y la responsabilidad de los políticos en el ejercicio de su cargo, especialmente en relación a la imagen pública que proyectan.
Esta es otra de las polémicas que rodean al re-debut del estelar farandulero de Chilevisión, junto con la farandulización del “Caso Valdivia” defendiendo en todo momento al exjugador, y en donde incluso recrearon en el estudio la celda en la que supuestamente está recluido.