Desde hace varios años que es la “noche cero”, a la que muchos canales organizadores le echan más ganas que a las mismas seis noches de festival. Sin embargo este año, a Mega le correspondió la posta de la Gala de Viña 2025, que se realizó anoche en el Valparaíso Sporting Club de la ciudad jardín.
El evento comenzó antecedido por una previa donde se mostraban los preparativos de varios invitados al desfile de figuras televisivas, musicales, del entretenimiento y donde la farándula tuvo altos niveles de rechazo que se transformaron en pifias para varias de sus figuras.
A la misma hora en que se desarrollaba el programa, marcado por una falla técnica en el people meter, “Hay que decirlo” de Canal 13 mostraba protestas de los damnificados de los incendios del año pasado y, en un arranque de audacia de una estación que no es amiga del oficialismo, dijeron que podía correr riesgo de suspenderse.
En las pantallas del 9.1 obviamente acusaron el golpe y dijeron al aire que el evento iba “sí o sí”. Todo mientras las estaciones que no eran los organizadores seguían criticando la parrilla y mostrando a los manifestantes. Claro, como le han dicho incesantemente a Mario Desbordes en estos tiempos, “otra cosa es con guitarra”.
Retrasos y errores en los nombres en la Gala de Viña 2025
A las 21:00 comenzó la transmisión de nuestro “MetGala”, o al menos pretendía emular al evento anual neoyorquino. José Antonio Neme apareció con su mascota, mientras recibía a la alcaldesa Ripamonti vestida de un elegante azul, cuando también hacían su ingreso los miembros del Concejo Municipal y de la Comisión Organizadora.
Ya se anticipaba un desorden mayúsculo cuando Eugenia Lemos, otrora farandulera convertida en analista de modas, debió comentar sola la llegada de algunas figuras ante el retraso de Francisca García-Huidobro.
El desempeño de esta última es un capítulo aparte. Se nota que tiene una enemistad con los actores que incluso le erró a los nombres. Por ejemplo, llamó “Luciana Echeverría” a Mónica Echeverría, “Nicolás Oyarzún” a Nicolás Poblete y dijo que la nueva diurna del canal se llamaba “El jardín de Lucía” en vez de “El jardín de Olivia”.
Además, desconocía a varios artistas de la escena urbana que pasaron por la gigantesca alfombra roja.
Otro punto es la descoordinación de la salida de algunos famosos. Karen Paola ya los cuestionó en redes sociales, denunciando que iba a salir temprano cuando hizo su aparición cerca de la 1 AM, cuando ya parte del público se había ido del lugar equino. Ivette Vergara, que incluso se descompensó tras desfilar, fue más dura al calificar el evento como “la peor gala a la que he ido”. Una completa falta de respeto que ellas tienen su derecho a expresar.
La farándula volvió, pero la gente no los quiere
Se suponía que la farándula iba a volver para darle entretención a una industria tan criticada, pero lejos de eso, la gente expresó su sentir contra este tipo de figuras.
Oriana Marzoli debió pagar los miles de insultos y faltas de respeto que ha lanzado en los realities que ha participado e hizo despertar temprano al “monstruo”. Fue pifiada por el público que concurrió al recinto hípico y una decepcionada Fran solo escatimó a decir que “el público se está manifestando”.
Otra de las silbadas fue Daniela Aránguiz, tan polémica en los últimos meses y así se lo hizo saber la teleplatea del Sporting. Ni su osado vestido, que seguramente lanzó para hacer un “eroswashing” (lavar su imagen a punta de erotismo y semi-desnudez), la salvó de ser fuertemente rechazada. “A veces hay que escuchar la voz del pueblo”, dijo el “Puma” Rodríguez en 1988.
Errores técnicos, organización desprolija y momentos cringe
La calidad técnica de algunos tramos de la Gala también es digna de análisis. Habían momentos en que algunas cámaras se veían a 16.65fps, era notoria la pérdida de cuadros al aire en instantes donde el canal líder debía lucirse. Hubo también varios acoples del micrófono y descoordinaciones entre Neme y los comentaristas, quienes muchas veces debían hablar solos.
La aparición de Miguel Piñera tras su diagnóstico también fue cuestionada en redes sociales. Cantó, y no cabe duda que hizo su oficio en el Sporting, y además se reencontró con su querida “Carlita”, radiante como nunca y donde se demuestra que no pasan los años. Pero para muchos, fue demasiada su exposición cuando le quedan pocos meses de vida.
Otro innecesario momento fue la aparición de Juan Manuel Astorga, el mismo que la prensa profarándula dijo que no iba a ir por la decepción que le genera que lo hayan sacado del noticiero central. Lo entrevistó el mismo que lo va a sustituir, o sea Neme. ¿Era prudente esta “toma de posta” de facto?
Como sea, se han visto una gran cantidad de cosas que Mega deberá corregir si quiere hacer una Gala a la altura de los grandes espectáculos de Norteamérica y Europa. Más allá de que para el ambiente más termocéfalo de las redes crean que es “aspiracional”. El problema no es la forma, sino que el prestigio que hoy tiene nuestra farándula, que es prácticamente nulo.