Tras el sonado fracaso de George Harris en la primera noche del Festival de Viña del Mar, muchos (en especial usted) seguramente nos acordamos del mismo personaje. Aquel que supo facturar de sus dos pifiaderas seguidas en la Quinta Vergara. Nos referimos, por supuesto, a Ricardo Meruane.
El humorista, que había llegado en 2011 por primera vez a ese escenario, tenía la difícil misión de hacer reir a los asistentes que habían ido, en su mayoría, para presenciar la clase magistral de buena música que había dictado Sting.
Pero falló. Con una rutina bastante inconexa, quien era habitual en estelares en los años ochentas y noventas, no convenció. Sin embargo, dejó una frase para la posteridad: “Muchísimas gracias, no se molesten”.
Con estas palabras no solo se hizo meme, sino que también tuvo un docurreality en Vía X que llevó ese nombre, así como también protagonizó un comercial de Transbank donde personificaba a un atendedor. Del mismo modo, DirecTV replicó su bullada rutina para publicitar ser el único que contaba con el festival en HD en 2012.
Ricardo Meruane en Viña 2016: Segundo intento, peor que el primero
Luego de esa experiencia, Meruane volvió en 2012 a “Viva Dichato”, donde corrió igual suerte: El público del balneario de la Región del Bío-Bío no dejó de pifiarlo.
Con todos estos antecedentes, el calvo humorista fue confirmado para el 2016 para tener su revancha con el Monstruo. Pero nuevamente las risas faltaron y se transformaron en pifias. Sin embargo, dejó varios chistes para la posteridad: El del “cloro” y el del “nóctulo”, que tan viralizado estuvo durante los últimos años.
Asimismo, inscribió otra frase como lo fue “Apaga la luz, loco”, en donde intentó atribuirle las pifias al alto nivel de la iluminación en un sector de la Quinta Vergara, el cual claramente no fue suficiente.
A pesar de aquello, Meruane facturó con sus dos fracasos seguidos. Tras la bullada presentación del llanero, apareció como rostro de Mindy donde ofreció terapias gratis para quienes lo hayan pasado mal sobre ese escenario.
Lo concreto es que el otrora habitué de “Siempre Lunes” se tomó estas fallidas incursiones festivaleras con muy buen humor. Algo que nos falta hoy en día.