La pasada madrugada del lunes (21), una noticia sorprendió y entristeció al mundo católico y a los miles de creyentes alrededor del mundo: El Vaticano confirmaba el fallecimiento de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco.
Con esto, concluía su pontificado de 12 años y -lógico- modificó la agenda informativa y televisiva de los canales de diversos países. Incluyendo nuestro país, en donde El 13 levantó sus espacios de la tarde para dedicar a revisar la vida del trasandino, el pastor de Flores, que se iba “a la casa del Padre” y debió enfrentar los cuestionamientos a la Iglesia Católica por los miles de casos de abusos sexuales.
Del mismo modo, en la noche, el citado canal -quizás honrando a su pasado como católico- ofreció dos documentales relacionados con introducciones de Soledad Onetto, reemplazando a las peleas de “Palabra de honor”.
Sin embargo, la reacción de la televisión chilena fue muy distinta a lo ocurrido hace veinte años, en donde ocurrió la última vez en que un Sumo Pontífice en ejercicio dejaba este mundo.
Entre Juan Pablo II y el Papa Francisco: Diferencias de cobertura y sociedad
Este recuerdo comienza con un relato personal: El viernes 1 de abril de 2005 terminaba de estudiar, y de inmediato me puse a ver “El Chavo del 8” en Mega, en su clásico horario de las 17:30 horas.
En eso estaba cuando de pronto, sale un extra (en ese entonces llamado “Mega informa”) y Libardo Buitrago aparece en escena para anunciar que Juan Pablo II había recibido la extremaunción. O sea, agonizaba.
Al mismo tiempo, su servidor era testigo de cómo se modificó la programación de los canales a la espera de lo inevitable, pues un portavoz de la Santa Sede había dicho al día siguiente que “esta tarde o esta noche, Cristo le abre las puertas al Papa”.
Red Televisión, por ejemplo, reemplazó una película que tenían contemplada ese viernes por una más familiar. Lo mismo hizo el resto de las estaciones, que levantaron todo, incluso lo que tenían contemplado para ese finde: TVN postergó una semana el debut de la última temporada de “De pe a pa”, por lo que la entrevista a la reina Luciana Salazar, que entonces era la expropiadora de corazones de los chilenos y que originalmente iba a ir en vivo, terminó siendo grabado.
Lo mismo pasó con la nueva temporada de “CQC” en Mega -que debió enfrentar varios golpes, entre ellos el “veto de imagenes” de los canales 7 y 13 en julio de ese año- y con el retorno de “Gigantes con Vivi” en la estación de Inés Matte Urrejola. Todo iba a ir esa semana. Todo debió postergarse una más.
Un segundo “viernes santo”
En la tarde del sábado 2 de abril, mientras sucedía un enlace con Matilde Burgos -una periodista que conoce el Vaticano como quien conoce su hogar-, Mauricio Hoffmann anunciaba que Juan Pablo II había fallecido. Y como no podía ser de otra forma, la tele transformó esos días como un segundo “viernes santo”.
Los noticieros empezaban sin sus cortinas, hubo películas religiosas como también familiares, todo sin publicidad. Lo propio hacían las radios que, respetando el duelo católico, tocaron música más relajada.
El mismo Canal 13 repetía sagradamente durante su programación el “Abba Pater”, una canción que el polaco había grabado en 1998.
Cuando ya los programas franjeados volvieron, recuerdo por ejemplo que “Rojo” comenzó con los cantantes del clan entonando el “Mensajero de la vida” que Los Huasos de Algarrobal impusieron durante la visita papal de 1987.
La muerte del Papa Francisco: Una programación “inamovible”
La pérdida de credibilidad y prestigio que la Iglesia Católica ha tenido en estos días por los casos de abuso sexual que fueron encubiertas por los peces más gordos del clero han hecho que, en esta oportunidad y salvo la ya mencionada excepción del 13, la programación en muchos casos no se modificara.
TVN continuó con su “Ahora Caigo” y su “The Floor”, Mega siguió explotando sus telenovelas tan criticadas en redes sociales como en YouTube, Chilevisión tampoco cambió su “Amor a Ciegas”.
Todo lo relativo a las exequias y a recordar lo bueno que era Bergoglio y la renuncia de los lujos papales y su lucha por una Iglesia más abierta con diversos temas fueron relegados a sus canales de noticias como a sus informativos y matinales.
Debió entonces ser un milagro que estos últimos dejaran de lado la sangre de la delincuencia para recordar a Francisco, “el Papa que vino desde el fin del mundo”.
