En el mundo de la televisión chilena, los límites entre espectáculo y responsabilidad pública parecen cada vez más difusos. Esta semana, el exanimador de Zona Latina, Mario Velasco, protagonizó una polémica respuesta a los dichos de Carla Ballero, quien lo acusó de tener conductas “funables” en su rol televisivo.
Ballero, invitada al podcast “Juzgamos y nos funamos” de Danilo 21, expresó su preocupación por el comportamiento de Velasco en pantalla. “Empecé a ver que hacía cosas como funables, ‘mariconcito’, ¿me entiendes? Cosas nada que ver a lo que estamos viviendo hoy”, señaló, subrayando la necesidad de mayor cuidado en los discursos públicos.
Lejos de asumir una postura reflexiva, Velasco optó por el sarcasmo y la descalificación personal. A través de sus redes sociales, publicó una historia con la frase: “Que Carla Ballero siga ‘robando’ miradas y atención, ojalá no a costas mías”, haciendo alusión a antiguos episodios judiciales de la actriz. El uso de “robando” entre comillas refuerza el tono irónico y agresivo de su mensaje.
Este tipo de respuesta no solo evade el fondo de la denuncia, sino que perpetúa una cultura de violencia verbal en medios de comunicación. En lugar de abrir un espacio para el diálogo sobre límites éticos en televisión, Velasco recurre a ataques personales que desvían la atención del problema central.
La farándula chilena, históricamente marcada por escándalos y enfrentamientos, enfrenta hoy el desafío de evolucionar hacia una comunicación más responsable. Minimizar denuncias serias mediante burlas y alusiones ofensivas no solo desacredita al denunciante, sino que refuerza dinámicas de poder que silencian voces críticas.
Es urgente que figuras públicas comprendan el impacto de sus palabras y el rol que juegan en la construcción de una cultura mediática más respetuosa. La crítica de Ballero merece ser atendida con seriedad, no con sarcasmo. La televisión, como espacio de influencia masiva, debe aspirar a estándares éticos que superen el espectáculo fácil y la agresión disfrazada de humor.
