La trascendencia de Bertran y sus programas traspasaron el anonimato que gozaban los productores en la esfera publica, Bertran pasó a ser un personaje altamente conocido y existía una enorme expectación en sus acciones y declaraciones, pero las expectativas aumentaban en el momento en que estrenaba un nuevo proyecto televisivo, tanto televidentes como críticos acaparaban la sintonía de sus espacios para analizar la creación de un personaje que solo equivaldría para nuestro mercado a la fama cosechada por un director de cine de alta reputación.