Desde el 2010 que, junto con el terremoto, llegó a la TV chilena una triste y mala costumbre: La de alargar los noticieros a una duración inmoral. Y lo que comenzó en el prime se extendió a la tarde.
Con estas importantes novedades, el canal de todos los chilenos planea volver al sitial que nunca debió perder y se prepara para reconquistar a la audiencia que últimamente le ha sido bien esquiva.